El Anglés italiano estaba enterrado en el cementerio de Melilla desde 1994

La Voz AGENCIAS | MELILLA

ESPAÑA

Andrea Ghira, buscado desde hace treinta años, estuvo enrolado en la Legión con nombre falso En 1975 participó en la violación de dos jóvenes y en la muerte de una de ellas

29 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

El italiano Andrea Ghira, fugado de la Justicia de su país tras un escalofriante crimen cometido hace treinta años, ha estado más de once enterrado en Melilla, donde sirvió como cabo primero de la Legión bajo la identidad falsa de Massimo Testa. Se trataba de uno de los asesinos más buscados de Italia, pero no ha sido hasta ahora cuando la investigación ha determinado que la persona enterrada en 1994 en una tumba del cementerio cristiano de Melilla es en realidad el asesino de Circeo, como se le conoce en Italia, según informaron fuentes policiales. El 30 de septiembre de 1975, Andrea Ghira, Gianni Guido y Angelo Izzom, tres jóvenes que pertenecían a la alta burguesía romana y tenían relaciones con movimientos de extrema derecha, condujeron por la fuerza a dos chicas hasta el domicilio del primero, un chalé de la localidad de San Felice Circeo, en la provincia de Latina -a unos cien kilómetros de Roma-. Allí las golpearon y violaron hasta causar la muerte por asfixia de Rosaria López, de 19 años, mientras que su amiga, Donatella Colasanti, logró sobrevivir haciéndose pasar por muerta. Gianni Guido y Angelo Izzom fueron condenados a cadena perpetua, mientras que Ghira logró huir de Italia a Melilla, donde se alistó en la Legión bajo el nombre de Massimo Testa. Allí ascendió hasta cabo primero, pero en septiembre de 1993 fue expulsado por consumir droga. Justo un año después, en septiembre de 1994, murió en la ciudad autónoma por sobredosis. Había sido condenado en rebeldía a cadena perpetua y sobre él pesaba una orden de busca y captura desde 1992. Treinta años después del brutal crimen, el cadáver de Ghira fue localizado en el cementerio de la Purísima Concepción gracias a los testimonios de algunos de sus familiares, que apuntaron a Melilla. Así, Interpol Roma mandó a la delegación del organismo policial internacional en Madrid las huellas de Ghira. Una vez localizada la supuesta tumba del asesino, los agentes de la Policía Científica española compararon las huellas archivadas en España de Ghira con las enviadas desde Roma y concluyeron que Massimo Testa era, en realidad, el asesino del Circeo. A la rapidez de la comprobación ha contribuido el interés personal mostrado por el director General de la Policía, Víctor García Hidalgo, dentro de la política de máxima colaboración internacional que promueve, precisaron fuentes de la Dirección General. Ahora, los responsables italianos de la investigación pretenden exhumar el cadáver y trasladarlo a Italia para continuar con la investigación del caso, después de que la fiscalía italiana ordenase realizar una prueba de ADN. Otras huidas Los dos compinches del criminal italiano también protagonizaron intentos de fuga. Guido logró escapar de la cárcel para refugiarse en Argentina y fue expulsado de Panamá y extraditado a Italia en 1994. El tercero de los carniceros del Circeo, Angelo Izzo, que durante su estancia en prisión colaboró con la Justicia en varias investigaciones sobre terrorismo ultraderechista, se dio también a la fuga en 1993 aprovechando un permiso carcelario, pero fue localizado días después. El caso guarda semejanzas con el de la violación y asesinato de tres jóvenes en la localidad valenciana de Alcácer, ya que uno de los supuestos autores, Antonio Anglés, aún no ha sido localizado trece años después del crimen, que causó una conmoción similar a la que provocó en Italia el caso de las jóvenes de Latina.