Salió a comprar tabaco y no volvió

La Voz M. E. | MADRID

ESPAÑA

Crónica | Historia de una desaparición El mito hecho realidad. Un hombre aparece muerto 45 años después de desaparecer sin dejar rastro

14 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Se fue a comprar tabaco y no volvió. Ocurrió hace 45 años en una familia de Barcelona. La mujer y los tres hijos no volvieron a ver con vida al «fugitivo», un aragonés que había emigrado a la ciudad condal. Éste se fue de casa y suplantó la personalidad de otro hombre, el de un emigrante canario que murió en Argentina. Cambió de residencia y también de mujer. Se fue a vivir a Madrid y allí formó una nueva familia. La historia no se desveló hasta nueve meses después de muerte. El desenlace de esta curiosa historia arranca el 15 de julio de 2004. Ese día ingresó en el hospital Gregorio Marañón de Madrid un varón de unos 80 años de edad que había sido recogido por el Samur tirado en el suelo y en coma profundo. El hombre, que no pudo ser identificado, falleció en el citado centro hospitalario dos días después. Se comprobó que el difunto no se encontraba registrado en los archivos informáticos de la Dirección General de la Policía. El siguiente paso consistió en consultar el Banco de Datos de Personas Desaparecidas. Entonces se relacionó al fallecido con una denuncia por desaparición formulada el 16 de julio de 2004 por la hijastra de un individuo que respondía al nombre de Luis F. R., natural de Murtas (Granada). El fallecido fue reconocido por la mujer con la que convivía y por la hija de esta última, la misma que presentó la denuncia. Las dos mujeres entregaron todo tipo de documentación perteneciente al hombre. Sin embargo, la Unidad de Documentación de la Policía vio algo extraño en toda la documentación. Pronto verificó que ninguno de los datos expuestos en la fotocopia del DNI se correspondían con los auténticos de la ficha auxiliar, cuyo número pertenecía a un varón nacido en 1935 en Canarias. Asimismo, la impresión dactilar de la fotocopia del documento de identidad y la de la ficha auxiliar no se correspondían entre si, ni tampoco con la necrorreseña del cadáver del hospital. Todas estas particularidades hicieron sospechar a los investigadores que el fallecido utilizaba una filiación falsa. La persona que formuló la denuncia por la desaparición de Luis F. R., manifestó que este último era el compañero sentimental de su madre desde 1969. Desde el primer momento utilizó ese nombre por el que le conocían, y nunca supieron de familiares o amigos de su vida anterior. Con los datos que se pudieron obtener de las fotocopias falsificadas del DNI, se realizó una consulta al Centro de Proceso de Datos de El Escorial, con el resultado de 136 candidatos que fueron estudiados sin éxito. Larga búsqueda Las gestiones realizadas en todo el país dieron como resultado la localización de los familiares del verdadero Luis F. R. , que emigró a Argentina en 1961, donde falleció en 1979, y que, al parecer, según declaraciones de sus familiares había sido estafado días antes de embarcarse por el individuo que suplantaba su personalidad. Todas estas pesquisas concluyeron con la plena identificación del fallecido en Madrid, que resultó ser, Manuel Rozas Latorre, natural de Magallón (Zaragoza) donde nació el 6 de octubre de 1923, que residió en Barcelona, casado y con tres hijos. Su verdadera esposa y dos de sus hijos han fallecido. Por declaraciones de varios familiares se pudo determinar que el desaparecido manifestó en 1959 que iba a comprar tabaco y no le volvieron a ver.