Los tres activistas detenidos, entre los que está la huida de Galicia, Nerea Garaizar, se encontraban listos para viajar a España y actuar El activista que disparó, herido de bala por un agente, fue identificado como Iñaki Lizundia Alvarez, ex-concejal de HB en Ortuella. Viajaba acompañado por Nerea Garaizar, la terrorista que en marzo pasado puso en vilo a toda Galicia tras la detención de una compañera en A Coruña.
06 dic 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Los hechos se iniciaron pasadas las once de la noche del miércoles en la carretera nacional N-21, a su paso por Auch. Tres gendarmes habían acudido al lugar a asegurar la protección de empleados del servicio de mantenimiento, que limpiaban una mancha de gasoil en el pavimento. Los agentes, además de balizar la carretera y colocar señales de advertencia, realizaban gestos para que los automovilistas redujeran la velocidad. Entonces llegó al lugar un Renault Clio verde con los activistas a bordo. Nerea Garaizar, que conducía, en lugar de aminorar la marcha aceleró y emprendió la huida, probablemente al creer que se trataba de un control policial. La persecución del vehículo finalizó cuando su conductora perdió el control a la salida de una curva y el automóvil quedó encajonado en una zanja de la cuneta. La mujer y un etarra se entregaron a los gendarmes. Iñaki Lizundia huyó a pie con el suboficial que llevaba el perro tras sus pasos. El animal se abalanzó sobre el fugitivo, que realizó cinco disparos y lo hirió en una pata. El gendarme repelió la agresión con nueve impactos. Con una herida de bala en el brazo izquierdo, de la que manaba abundante sangre, el huido se perdió de vista al adentrarse por un bosque en plena noche. Un par de horas más tarde la policía recibió el aviso de que un hombre herido, con un tobillo fracturado, se había refugiado en un campamento de gitanos situado a las afueras de Auch. Los gendarmes, con efectivos reforzados, se presentaron en el lugar y le detuvieron. A última hora de la noche de ayer se dudada de la identidad del tercer detenido. Según diversas fuentes se trata de Aitor García Cortázar, supuesto ex-colaborador del comando Vizcaya. Lo que sí está claro es que los tres arrestados formaban un comando preparado para entrar en territorio español en cualquier momento y perpetrar atentados. En su vehículo llevaban material para el robo de coches -llaves, remaches, bombines-, placas falsas de matrícula y 25 millones de pesetas en francos.