El nuevo comando Barcelona tenía en su poder información sobre 2.148 posibles objetivos de atentados, según desveló ayer el ministro del Interior, Mariano Rajoy. La información no era exhaustiva en la mayoría de los casos y buena parte de los datos procedían de los viejos listados que el terrorista Fernando García Jodrá había logrado salvar de la desarticulación en enero del anterior grupo etarra que operaba en la capital catalana. Pese a ello, militares, políticos, edificios oficiales y grandes superficies figuraban en los más de 6.000 folios de documentación y en el ordenador incautados en el piso franco del grupo. Fuentes de la investigación matizaron ayer que, de estas listas, los terroristas habían seleccionado doce personas y varios edificios para cometer atentados «inminentes» con la ayuda de Pedro Álvarez, el colaborador catalán del comando, que era el cicerone del comando Gorbea. La procedencia de los datos es «muy dispar», señalaron especialistas del instituto armado. Se trata de informaciones obtenidas de la guía telefónica, Internet y censos electorales, principalmente. Según estas fuentes, la información sobre buena parte de los objetivos «más elaborados» procede de los registros de Tráfico del Ayuntamiento de Terrasa, donde trabajaba como eventual Laura Riera Valencia, una colaboradora etarra detenida. Aunque el consistorio de Terrasa sostiene que la joven no tenía acceso a datos reservados, mandos de la lucha contra ETA insistieron ayer en que durante el año pasado Riera facilitó información sobre muchos vecinos. La Guardia Civil detuvo ayer en Vitoria a Joseba Gorosarri por su presunta vinculación con el comando Araba de ETA, según fuentes de la lucha antiterrorista. La operación en la que se ha producido esta detención continúa abierta.