ETA compró armas durante la tregua a intermediarios asentados en Alemania

F. ITURRIBARRÍA. Colpisa PARÍS

ESPAÑA

JUAN HERRERO

La banda terrorista se abasteció de armamento procedente de la Europa del Este entre los años 1997 y 1999 Desde 1997 hasta marzo de 1999, en plena tregua, ETA recurrió a intermediarios asentados en Alemania para abastecerse de armas en el mercado clandestino de Europa del Este. Al menos 1.500 kilos de explosivos, 30 fusiles, 145 pistolas, mil detonadores, 240 granadas de mano y 24 minas anti-coche fueron adquiridos mediante esta trama, denominada «gorris» en clave interna. La operación fue diseñada por los responsables de la actual ofensiva de ETA. La contabilidad de la operación fue descubierta en 1999 por la policía francesa tras la detención de seis etarras en París, entre ellos José Javier Arizkuren, «Kantauri».

02 ago 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

José Javier Arizkuren, Kantauri, entonces jefe de los comandos ilegales (a sueldo de ETA), había ido a París para celebrar la víspera una reunión sobre la compra de armas. Le acompañó su lugarteniente, Txuma Puy Lekunberri, como revela la cita entre ambos, anotada para el 7 de marzo. En poder de Kantauri se halló una nota mecanografiada que le había dirigo Mañela, alias de Ángel Pikabea Ugalde, jefe del aparato de mugas, o paso de fronteras. «El asunto de los gorris está en marcha. Día 8 de marzo, 12 horas. Seguridad 13 horas. Lugar: puerta del Museo de Arte Africano y de Oceanía. No lejos de la Porte Dorée», decía. Mensajes manuscritos de Arizkuren reflejan que en la operación estaban implicados Ignacio Gracia Arregi, Iñaki de Rentería, jefe del aparato militar, y Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, jefe de los «liberados». Varias remesas La remesa, fechada el 3 de enero de 1997, consiste en 1.500 kilos de explosivo plástico, 15 fusiles Scooper con silenciador, mira telescópica y 500 municiones, 50 pistolas, 20 pistolas automáticas del calibre 9 milímetros con silenciador y visor, 1.000 detonadores, ocho o diez cajas de 24 granadas de mano, una pieza de misil y 24 minas para coche. En marzo de ese año aparece un pedido de 10 ó 15 pistolas y ocho detonadores. En setiembre, está anotado un encargo de diez pistolas CZ de fabricación checa. Una de estas le fue ocupada a Puy Lekunberri mientras que a Arizkuren, una pistola HS del calibre 9 milímetros parabellum, que es el arma reglamentaria del ejército croata. Por último, figura la compra en octubre de 1997 de 15 fusiles y 2.000 municiones, 50 pistolas, 18 silenciadores, granadas soviéticas y detonadores. En los papeles confiscados se alude a «gente alemana» y el único nombre que aparece es Gunter.