Reivindica una Euskadi «vasca y española» Ya sin el carné socialista que ha portado durante 36 años, Enrique Múgica se comprometió ayer a desempeñar su nuevo cargo de Defensor del Pueblo en la más «absoluta independencia» de toda influencia política o partidista. En su toma de posesión, Múgica reiteró su adhesión a los valores constitucionales en defensa de las libertades y los derechos humanos.
15 jun 2000 . Actualizado a las 07:00 h.La ceremonia de toma de posesión de Enrique Múgica como nuevo Defensor del Pueblo estuvo presidida por la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, que subrayó la «íntima vinculación» de esta institución con las Cortes Generales, y destacó la idoneidad de la trayectoria vital y profesional de Múgica para el desempeño del cargo para el que ha sido elegido por mayoría absoluta en ambas Cámaras. En su discurso de toma de posesión, Múgica recordó sus «cincuenta años de combate apasionado por la libertad» y su ideario de hombre de izquierdas, al que _dijo_ no ha renunciado junto con el carné. «He entregado mi carné, no mis convicciones, y sigo siendo un moderado de izquierdas, que será _añadió_ absolutamente independiente de todo, de cualquier partido o institución». Junto a sus ideas, guarda el aprecio por muchos compañeros del que hasta ayer fue su partido, como Joaquín Almunia, Alfonso Guerra, a los que evocó sin nombrarlos, y otros. Defensa del Estatuto vasco En su declaración de intenciones, el nuevo Defensor del Pueblo reafirmó su compromiso con los valores constitucionales y, en tanto que vasco, estatutarios, «en defensa de la libertad, de los derechos de los españoles y de la vida». «Para un vasco como yo estas palabras no son palabras tópicas, sino palabras que se encarnan en la dura realidad del País Vasco», precisó antes de hacer votos por una Euskadi «autonómica y española, con la esperanza de que llegará porque entre todos haremos que esto llegue a ser posible». El acto congregó en las dependencias de la Cámara Baja a la presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, al vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, y a numerosos diputados y representantes del PSOE y del PP, al diputado de CiU Josep López de Lerma, y a un hijo del nuevo Defensor. Como era previsible, no asistió ningún representante del PNV, que junto a los del grupo mixto, fueron los únicos que votaron contra de la elección de Múgica por su «actitud beligerante» contra los nacionalistas.