¿Más candidato o más partido?

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

El PP apuesta en su cartel por la marca Feijoo en detrimento de las siglas mientras sus rivales optan por visibilizarlas más

10 sep 2016 . Actualizado a las 08:50 h.

Imaginen esta posibilidad: si mañana desembarcase en cualquier ciudad o villa de Galicia un ciudadano letón y le mostrasen el cartel electoral con el que el PPdeG concurre a las elecciones muy probablemente deduciría que la palabra Feijoo es el nombre de un partido político. Para hallar la marca del PP en el póster casi hace falta una lupa. Se encuentra en el margen inferior izquierdo del cartel con un cuerpo de letra muy pequeño, sobre todo comparado con el del nombre del candidato, situado en el centro. La apuesta es clara: la marca Feijoo en detrimento de la del partido.

Algunos de los datos hechos públicos por el CIS en su última encuesta ayudan a comprender esta estrategia; de todos los que se presentan a la presidencia de la Xunta, Feijoo es el único líder que aprueba. También es el más conocido de todos, con mucha diferencia; mientras a sus rivales los identifica menos de la mitad de la población, a él lo conocen todos menos un 1,5 %. Y la marca Feijoo resiste mucho mejor que la de la Xunta: un 29,5 % de los ciudadanos califica la actuación de la Administración gallega estos años como buena o muy buena, mientras que el caso de Feijoo el porcentaje asciende al 36,4 %.

A todos estos factores se suma, además, los tiempos convulsos que atraviesa el PP a nivel de Estado. La estrategia de los populares gallegos contrasta, en cambio, con la de sus rivales políticos, que han optado por un mayor equilibrio entre los diferentes elementos que componen el cartel electoral: el nombre del candidato, el partido o la formación a la que pertenece y el lema con el que concurre a las elecciones.

Ciudadanos opta por visibilizar bien su nombre dado el escaso grado de conocimiento social de su candidata, Cristina Losada. Y lo hace en mucha mayor medida que En Marea, pese que a su cabeza de cartel, Luis Villares, también es un recién llegado a la escena política. No ocurre lo mismo con Ana Pontón, diputada del Parlamento gallego, o de Xaquín Fernández Leiceaga, ex portavoz del PSdeG en O Hórreo, más conocidos para la opinión pública. Salvo el PP, todas las fuerzas políticas también coinciden en otra aspecto: la apuesta por visibilizar el lema, mucho menos visible en el cartel Feijoo. Con distintos adjetivos, de distintas formas, el PSdG, Ciudadanos, el BNG y En Marea se mueven en el campo semántico del cambio y de un tiempo nuevo. «Las gallegas y las vascas van a ser muy decisivas; estaremos ante campañas electorales con agresividad y que serán one to one; no habrá grandes actos de masas, pero sí veremos a los líderes puerta a puerta; en este escenario, Feijoo se va a vender como una denominación propia, como una marca con decisión propia: sus rivales luchan contra un mayor desconocimiento social y por tanto necesitan tirar más de las siglas del partido», explica Fernando Herrero-Nieto, presidente de la Asociación Española de Márketing Político. Desde las primeras elecciones democráticas, hace casi ya 40 años, los carteles electorales forman parte de la imagen las calles: muros, vallas, farolas... Y lo que más ha cambiado en todo este tiempo ha sido la imagen del político. 

El lifting de Fraga

La última gran polémica en Galicia se produjo en el año 2005. Fraga, a sus 82 años, se presentaba por última vez. Su imagen en el cartel electoral, sin apenas arrugas ni manchas, suscitó la críticas de socialistas y nacionalistas y entró de lleno en la agenda política. Entonces, el que fuera presidente de la Xunta durante 16 años, tiró de sentido del humor. «No fueron retocadas y son, eso sí, hechas por un buen fotógrafo», dijo en referencia a las imágenes del cartel. Fraga llegó a prometer incluso la difusión de un vídeo en el que se mostraría la sesión de fotos en el garaje de su casa.

Conscientes de que la imagen que se proyecta a la sociedad influye en la captación de voto, las fuerzas políticas se preocupan del más nimio detalle. El BNG ha puesto mucho empeño en el cartel. «Nós buscamos unha renovación total da estética do Bloque no últimos anos; apostamos por unha imaxe máis colorista coa intención de transmitir as ideas de que hai un futuro en positivo e que debe construirse entre todas as persoas, sen exclusión; Ana Pontón é a única candidata que aparece na imaxe coa man tendida», explica Xabier Campos, responsable del diseño de la campaña.

En Marea hizo público su nuevo cartel coincidiendo con el cambio de logotipo, con una nueva m, lo que desencadenó una cascada de bromas en las redes sociales, con internautas que compararon la letra con la de una conocida marca de cerveza. La formación liderada por Luis Villares prioriza en su imagen el lema por «un país máis xusto».

Los socialistas gallegos encabezan su cartel con un recurso muy clásico y directo: la petición expresa de voto al partido, pero hacen un tratamiento especial de la figura del candidato. Focalizan toda la imagen en la cara de Leiceaga. «Buscamos proximidade e explotar os ollos azuis do candidato, facendo un xogo coa bandeira de Galicia; queremos amosar transparencia e unha imaxe limpa, de rigor e de solvencia», precisa José Manuel Lage Tuñas, coordinador de campaña del PSdeG.