Los líderes españoles centran su campaña gallega en Pontevedra, una provincia donde el último de los siete escaños en liza se decide por un puñado de votos
12 jun 2016 . Actualizado a las 09:11 h.Diciembre del 2015: si bien uno de ellos, Albert Rivera, finalmente cancela el suyo, los cuatro aspirantes a la presidencia del Gobierno central programan los únicos mítines de su campaña gallega en A Coruña. Junio del 2016: excepto Pablo Iglesias, que no planea pisar la comunidad autónoma, todos los aspirantes a la Moncloa convocan actos en tierras pontevedresas. ¿Qué ha ocurrido en apenas seis meses para que se produzca ese cambio de estrategia? Básicamente, que en la provincia atlántica del norte la suerte ahora parece echada, mientras que en la del sur un puñado de votos podría decantar el último de los siete escaños en liza. Se librará allí la Ponteguerra.
El 20D, el PP, con 195.802 apoyos, obtuvo en la circunscripción tres pasaportes para el Congreso; la alianza de Podemos, Izquierda Unida y Anova, con 158.824, dos; y el PSOE, con 77.503, otros tantos. Ciudadanos, con 51.149 respaldos, se quedó a solo 8.002 de lograr un puesto en la Cámara a costa de los socialistas y En Marea, a 18.626 de alcanzar su tercero. Los populares habrían precisado 40.798 sufragios extras para arañar un cuarto, también para disgusto de los de Pedro Sánchez.
Aunque de manera oficial nadie lo reconoce, entre las direcciones de los partidos hoy existe cierto consenso en que el 26J el PP conseguirá seguro tres escaños, dos la coalición tripartita y uno el PSOE. El séptimo sería para Josué Villar, de IU; para María Rey, de C's; o bien para quien lo cosechó hace medio año, el socialista Guillermo Meijón. La encuesta difundida por el Centro de Investigaciones Sociológicas este jueves atribuye la presa al primero de ellos, si bien, consultados al respecto, los tres manifiestan convicción en que acabarán ganando para sí esta batalla.
En esa pugna subyace el porqué de la agenda de campaña de Rajoy, Sánchez y Rivera en Galicia. El actual jefe del Ejecutivo en funciones intervendrá en la capital del Lérez el día 16 por la tarde, en la misma fecha elegida por el secretario general del PSOE para hacer lo propio tanto en dicha ciudad como en Vigo. Cuatro jornadas más tarde se pasará el líder de C's por la urbe olívica. A falta de Iglesias, el flanco de En Marea lo está cubriendo Xosé Manuel Beiras, quien por ahora no sale de Pontevedra.
El CIS apunta a 30 demarcaciones con cambios, y al PSOE como el más perjudicado
Al margen de las posibilidades teóricas que otorga el haber quedado cerca de alcanzar un escaño en las pasadas generales o los cambios que provocaría la suma de los votos de Podemos e IU, la última encuesta del CIS augura que habrá modificación en el reparto de escaños hasta en 30 de las 52 provincias.
El PSOE es, en el mapa electoral que traza el instituto sociológico, la formación más perjudicada a tenor de las opiniones de los encuestados, al interpretar que perderá doce escaños (Almería, Badajoz, Baleares, Jaén, Pontevedra, Tenerife, Sevilla y Toledo, además de en Álava, Ávila, Vizcaya y Soria donde se quedaría sin representación alguna). El CIS solo le da al PSOE la opción de crecer en un escaño, en Málaga.
El mismo sondeo eleva a nueve las actas del PP que cambiarían de manos (Barcelona, Granada, Huelva, Madrid, Palencia, Las Palmas, Segovia, Teruel y Zaragoza), pero le da opciones de recuperar terreno en otras seis demarcaciones (Almería, Ávila, Tenerife, Soria, Toledo y Valencia).
En el caso de Ciudadanos, el CIS augura un retroceso en escaños en seis provincias (Albacete, Guadalajara, León, Málaga, Murcia y Salamanca), y crecimiento en cuatro (Teruel, Madrid, Huelva y Badajoz).
Finalmente, Unidos Podemos es apuntada por el análisis del centro sociológico como la candidatura más beneficiada por el baile de escaños, al atribuirle nuevas actas en 18 provincias, pasando a ser primera fuerza en zonas como Valencia, Las Palmas y Vizcaya, además de en Álava, Barcelona, Guipúzcoa y Tarragona, donde ya lo fue el 20D.