El 24-M medirá el aguante del PP en su contexto más adverso y si el PSdeG recupera la segunda plaza en las ciudades que empezó a ceder en el 2012
08 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Son los candidatos a las alcaldías, y sobre todo los alcaldes, quienes más se la juegan en estas elecciones. Su futuro político depende directamente del veredicto de las urnas, aunque no se puede perder de vista que, como en el fútbol, lo que ocurre en el campo tiene impacto en el palco, así que los resultados de las municipales afectan directamente a los líderes de los partidos gallegos, pues son una especie de primarias para las generales y autonómicas gallegas que se sucederán en el plazo de un año.
1. El PP estableció el umbral del éxito por encima del 40 % de los votos
El 24-M va a poner a prueba el grado de resistencia que tiene el PP en las circunstancias electorales más adversas que tiene que afrontar desde su fundación, debido al desgaste que acusa en toda España por las decisiones impopulares tomadas frente a la crisis o los escándalos de corrupción. Para Feijoo, la clave es ver si el PP logra resistir en Galicia por encima del 40 % -en el 2011 registró el 44, 8% de los votos-, pues ese es el umbral del éxito fijado por el propio partido para investir directamente a los alcaldes de la lista más votada. Perder de vista esa referencia sería catastrófico para el PP, pues incluso las locales del 2003, las que sucedieron a la crisis del Prestige, obtuvo el 41,5 % de los votos.
2. El PSdeG o la necesidad de apuntar la segunda posición en las ciudades
Lo que se juega estas elecciones el PSOE gallego y su secretario xeral, José Ramón Gómez Besteiro, es el ser o no ser percibido como alternativa real de gobierno en Galicia. La última vez que el PSdeG fue examinado realmente en las urnas, en las gallegas del 2012, sufrió una auténtica sangría de votos por la izquierda en favor de la coalición capitaneada por Beiras. El PSOE entregó la segunda posición política en las ciudades de A Coruña y Santiago, mientras en Ferrol quedó solo un voto por encima de AGE. Invertir ahora esta tendencia, a poco más de un año para las autonómicas, es vital para los socialistas y para afianzar el liderazgo de Besteiro.
3. Una derrota acusada podría dinamitar el actual liderazgo del BNG
El portavoz del BNG, Xavier Vence, se juega prácticamente los mismo que Besteiro en este 24-M. Su estrategia está dirigida a aguantar el tirón en todos los concellos en los que ostenta la alcaldía, especialmente en la ciudad de Pontevedra. Ahora bien, no hay que olvidar que el BNG está cediendo espacio desde el año 2001 en todas las citas electorales, sin excepción. Mejorar el margen de hace cuatro años, cuando aún no había sufrido las escisiones de Amio, no entra en ninguna quiniela. Pero una derrota acusada sí que podría amenazar el futuro de Vence y abrir una crisis grave en la organización en vísperas de las generales.
4. Las mareas y Ciudadanos deben probar si tienen realmente pulmón
Las locales del 24-M no van a ser, al menos en Galicia, las elecciones ni de Podemos ni de Ciudadanos, pese a que sí irrumpieron con fuerza en la escena estatal. En el primer caso, porque no compiten en esta carrera; en el segundo, porque solo lo hace en un veintena de los 314 concellos gallegos. Junto a ellos están las llamadas mareas ciudadanas, con las que colabora Podemos, que tendrán papeleta en 56 municipios. El verdadero desafío de todas estas formaciones que están abriendo el mapa es ver si realmente tiene pulmón para bombear por encima del 15 % de los votos y aspirar a algo más que a repartirse los electores huérfanos del PSOE o BNG y a los que ya no sintonizan con el PP.