Los populares centran su campaña en recuperar voto fugado a Ciudadanos y en dividir a la izquierda entre PSOE y Podemos
10 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«No me quiero meter en los líos de nadie, pero creo que puede haber alguna sorpresa el 20D». Mariano Rajoy está convencido de que la refriega política entre Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias puede acabar beneficiándole y provocar «una gran victoria» del PP, superior incluso a la que pronostican los sondeos. Aunque no concretó en qué consistiría esa «sorpresa» de la que habla, el objetivo del PP es tratar de dividir el voto de izquierda entre PSOE y Podemos y frenar el avance de Ciudadanos.
El cara a cara, último escollo
La estimación de los populares es que Rivera ya les ha arrebatado todos los votos que podía robar al PP y que no solo no les va a quitar más, sino que Rajoy puede recuperar durante la campaña algunos de los sufragios fugados. Y que si Ciudadanos sigue creciendo, lo hará ya a costa del PSOE, por lo que, sea quien sea, se mantendrá la diferencia con el segundo que augura al CIS.
Rajoy, sin embargo, eludió cargar de nuevo contra el líder socialista. Incluso dio a entender que sus palabras se habían malinterpretado y que él no estaba dando por acabado a Sánchez al recomendar al PSOE que se tome un tiempo para «organizarse».
«A mí solo me interesa lo que haga el PP y recuperar la confianza de los que la han perdido en estos años», señaló cuando se le cuestionó sobre el liderazgo de Sánchez.
Sea cierto o no, Rajoy cultiva una pose de relajación, seguridad y confianza. Ayer aseguró que se lo está pasando «muy bien» en esta campaña en la que piensa recorrer 14.000 kilómetros y que «la gente es estupenda». Y siguió alimentando la incertidumbre al confirmar que se guardada para la segunda parte de la campaña algunas medidas estrella que ni siquiera figuran en el programa. «Quedan algunas cosas», dijo.
El líder del PP, que ha conseguido eludir el enfrentamiento directo con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y con el de Ciudadanos, Albert Rivera, al ausentarse de los dos debates celebrados hasta ahora, sabe que ya solo le queda el escollo del cara a cara en televisión con el líder del PSOE el próximo día 14. Y que su rival llega a ese duelo muy debilitado. Pero, precisamente por ello, no se confía, porque es consciente de que su adversario se lo juega todo a esa carta y será especialmente agresivo. «Yo me tomo muy en serio los debates. He ido a muchos», dijo, para resaltar de nuevo su veteranía frente a la falta de experiencia del líder socialista. «Intento tener los datos frescos y voy a intentar hacer un debate sensato y equilibrado», añadió sobre su preparación.
El líder popular ve «normal» que uno de sus diputados cobre comisiones
«Absolutamente normal». Así calificó ayer Rajoy la actividad privada del diputado del PP Pedro Gómez de la Serna y del actual embajador en la India Gustavo de Arístegui, que actuaron, según publicó ayer el diario El Mundo, como conseguidores de contratos públicos en África y Latinoamérica para diferentes empresas españolas a cambio de comisiones millonarias. «Por lo que he escuchado, lo que ha dicho es absolutamente normal», señaló el líder del PP sobre las explicaciones ofrecidas por De la Serna, que defendió la compatibilidad de su actividad privada y recordó que fue autorizado por el Congreso.
Karistia S.L., la empresa que Gustavo de Arístegui ha usado en los últimos años para cobrar sus comisiones, es totalmente opaca a la Administración. Aparece en los documentos oficiales como una firma sin ningún tipo de actividad. Karistia, según revelan los documentos en poder de la agencia Colpisa, jamás ha cumplido su obligación legal de presentar sus cuentas cierre de cada ejercicio ante el Registro Mercantil. No lo ha hecho ni una sola vez desde que se creó el 16 de diciembre del 2009, cuando Arístegui era todavía diputado por Zamora en el Congreso, puesto que siguió ocupando hasta finales del 2011. Los cuatro requerimientos de Economía para aclarar las cuentas de esa empresa han sido en vano. No ha presentado sus datos durante cinco ejercicios completos. Economía abrió en abril y noviembre del 2011 dos expedientes por «infracciones por incumplimiento de las obligaciones» legales a la firma cuando Arístegui, que sigue siendo a día de hoy administrador único de la empresa, era todavía diputado. Pese a ello, no consiguió que Karistia hiciera públicos sus números.