El PSOE intentará seguir en solitario en A Coruña con apoyos de un Bloque que exige cambios

David García A CORUÑA, LA VOZ

ELECCIONES 28M

César Quian

El Bloque acusa al partido socialista de incurrir en «incumprimentos sistemáticos» de los acuerdos alcanzados

30 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los resultados electorales en A Coruña dejan a Inés Rey con un escenario favorable para repetir en la alcaldía —logró 11 ediles y la mayoría está en 14— con la necesidad de lograr el apoyo de una sola formación, el BNG. Durante este mandato mantuvo altibajos con los nacionalistas, pero para el PSOE supone un socio de gobierno más apetecible que del que dependía hasta ahora, la Marea. La socialista consiguió en estos comicios dos concejales más —de 9 a 11— pese a haberse dejado 1.500 votos por el camino en estos cuatro años. Para su investidura no será complicado obtener el respaldo de la formación nacionalista, liderada por Francisco Jorquera, ya que el BNG no permitirá un gobierno del PP, que fue la fuerza más votada.

Aunque el escenario se presenta bastante favorable para los socialistas, no será un camino sencillo. El BNG llega crecido después de doblar sus escaños en María Pita de dos a cuatro y casi duplicar también las papeletas depositadas en las urnas, 15.700. Además, ven cómo desapareció la Marea, que en los dos últimos mandatos les había restado votos y presencia en la corporación municipal coruñesa y ven la oportunidad de jugar un papel clave en los próximos cuatro años. Inés Rey se apoyará previsiblemente en sus aumento de concejales para repetir gobierno en minoría, ya que en la campaña repitió que quería gobernar «sin ataduras». Esta fórmula fue la empleada en estos cuatro años tras ser investida alcaldesa con los apoyos de Marea y BNG, con los que llegó a acuerdos puntuales a lo largo del mandato como para la aprobación de los presupuestos del 2020.

«Un cambio de rumbo»

Francisco Jorquera asegura que las negociaciones no se van a basar en pedir «unha parte da torta» porque entienden que lo importante es imprimirle a la ciudad «un cambio de rumbo». La predisposición de los nacionalistas para buscar un acuerdo parece clara, pero no será a cualquier precio, tras la experiencia de este mandato, en el que acusan a los socialistas de «incumprimentos sistemáticos» de los acuerdos alcanzados previamente.

Uno de los más importantes es, precisamente, el de excluirlos de las negociaciones del presupuesto del 2022. De hecho, en el último tramo del mandato la interlocución entre socialistas y nacionalistas se desvaneció por iniciativa de los primeros. Mientras, el BNG achacó al gobierno local la falta de avances en cuestiones como la recuperación de la casa Cornide o algunos asuntos vinculados al Gobierno central, como la apertura del parque del Agra o la devolución a la ciudad de terrenos del Estado.

La situación invita a pensar en un gobierno del PSOE en minoría con el apoyo de un BNG que se quedaría como fuerza determinante en el pleno para permitir a los socialistas la aprobación de los asuntos. Esto tendría que estar acompañado de algún «mecanismo» que permita a los nacionalistas controlar la acción de gobierno y que se respeten los asuntos que para el BNG son primordiales. El Bloque también podría forzar su entrada en un gobierno de coalición, una opción que no está descartada. Para ello habrá que estar pendiente de lo que sucede en otros concellos en los que están llamados a entenderse, como Lugo, Santiago, Pontevedra, Culleredo o Betanzos.