La suspensión de los diputados presos puede facilitar la investidura de Sánchez

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID

ELECCIONES 2020

Emilio Naranjo

Si no renuncian a su acta, la reelección se facilitaría con un juego de mayorías con Podemos y PNV, y la abstención de Coalición Canaria al quedar el Congreso con 346 diputados

25 may 2019 . Actualizado a las 08:17 h.

Fin a la partida de pimpón entre el Supremo y la presidencia del Congreso con la inhabilitación de los diputados independentistas presos como pelota. La nueva presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, confirmó este viernes la suspensión de Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sánchez debido a su situación procesal. Y esto tiene otra consecuencia: puede allanar la investidura de Pedro Sánchez, algo que está previsto para la primera semana de julio.

En la deliberación de la Mesa del Congreso formada por el PSOE, PP, Cs y Podemos, los únicos que se han mostrado en contra de su suspensión han sido los dos miembros de la formación morada. Según explicó Batet, expresaron su «desacuerdo» por la «premura» con la que se ha adoptado la decisión.

Lo cierto es que la inhabilitación estaba cantada. Tanto la Fiscalía como el alto tribunal no habían dejado ninguna duda legal al respecto. Pero las formas en la política son muy importantes, y en este caso la socialista no quiso que quedara ni una sola sospecha de que ni ella ni el PSOE eran los promotores. 

Una vez en su mano, por fin anunció que los cuatro secesionistas no podrán participar ni en los debates ni en las votaciones que se celebren en la Cámara Baja, por lo que si las fuerzas independentistas quieren contar con esos cuatro escaños, deberán hacer correr las listas y prescindir de los presos. Sin embargo, todo apunta a que se mantendrán su acta en prisión, tal y como hicieron los diputados del Parlamento catalán (sus escaños se cubren con un lazo amarillo). Y esto puede ser clave en el futuro de la legislatura. 

Ahora, a la Mesa le corresponde determinar la próxima semana si las votaciones en el hemiciclo continúan en base a 350 o, como parece más probable, se fijan en base a 346. En este último caso, Sánchez podría verse muy beneficiado a la hora de intentar sacar su votación de investidura como presidente del Gobierno, ya que dejaría de depender de los secesionistas y le bastaría con convencer a los dos diputados de Coalición Canaria de que se abstengan en una hipotética segunda vuelta en la que necesita más síes que nos. Si el secretario general socialista logra amarrar los votos de Podemos, Compromís, PNV y el PRC, junto a los de su partido sumaría 173 apoyos frente a los 171 rechazos que aunarían el resto de fuerzas del arco parlamentario (PP, Cs, Vox, JxCat, ERC, Navarra Suma y Bildu).

A lo largo de las últimas semanas los regionalistas canarios se han venido pronunciando en contra de apoyar la investidura de Sánchez, pero al igual que el PNV, CC siempre ha demostrado facilidad para vender a muy buen precio sus apoyos con gobiernos de distintos signos políticos. Y rechazar no es lo mismo que abstenerse. 

Tras el bloqueo de los secesionistas para que el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, no fuese nombrado senador, el de este viernes es el segundo gran encontronazo entre Ferraz y las fuerzas independentistas desde el 28A, un choque que se produce a tan solo dos días de las elecciones municipales, autonómicas y europeas, y está por ver cómo puede influir, sobre todo en Cataluña.