La precampaña youtubera de Ada Colau, entre «los rancios de extrema derecha» y la gente «superpower»

César Rodríguez Pérez
C. Rodríguez REDACCIÓN

ELECCIONES 2020

La alcaldesa de Barcelona, protagonista en las redes por unos vídeos de precampaña en los que imita el lenguaje juvenil, reivindica sus «pedazo de actos» y cuestiona el papel de los medios

03 abr 2019 . Actualizado a las 19:50 h.

La primavera electoral del 2019 va a ser la más tecnológica de la historia. Los analistas coinciden en señalar a WhatsApp como el nuevo gran canal para la propaganda política. Por esa senda transitan partidos como Vox o Podemos, y también figuras políticas como Begoña Villacís o Pepu Hernández. Y también Ada Colau

Tras un mandato de cuatro años bastante agitado, en el que ha gobernado en minoría, la alcaldesa de Barcelona hace tiempo que empezó su precampaña de cara a la reelección. No será una tarea fácil. Compite con candidaturas fuertes. La principal aliada de Pablo Iglesias en Cataluña tiene como rivales a Ernest Maragall (ERC), a Manuel Valls (Ciudadanos) o al renacido PSC que lidera Jaume Collboni. Y se ha encomendado a la tecnología, a los canales que le permiten impactar directamente en posibles electores y amplificar su mensaje sin someterse a preguntas. 

Colau tiene Twitter, Facebook, Instagram... Pero está dando que hablar por los vídeos de su serie en Youtube. No tanto por el contenido -vende su gestión y critica a la oposición y a los medios por no fijarse en «las buenas noticias»- como por la envoltura formal.

Colau utiliza música cómica, un lenguaje juvenil y una estética propia de los monólogos de influencers. Por momentos parece que la alcaldesa de Barcelona no aspira a gobernar cuatro años más en la ciudad condal, sino a suceder al Rubius como rey del entretenimiento para adolescentes. Utiliza expresiones como «ante la crispación tenemos una arma secreta: mucho amor ¡y que no falte el humor!», rebautiza a los políticos y seguidores de la ultraderecha como «los chicos rancios» y califica a los suyos como gente «superpower» que organiza «pedazo de actos». 

El tono desenfadado del vídeo (el tercer capítulo de la serie) ha llamado poderosamente la atención en las redes sociales. Dominan las reacciones negativas. Hay críticas furibundas (la figura política de Colau genera muchas filias y muchísimas fobias) y sensatas. De estas últimas destacan las que cuestionan el tono elegido para transmitir su mensaje. Y reprochan que se explique como si hablara para niños. ¿Qué pasará con el próximo episodio? ¿Alcanzará la alcaldesa el «nivel high» que ella misma atribuye a Jordi Évole? ¿Acabará pidiendo likes en vez de votos?