Cada año salen de las facultades españolas unos 1.100 graduados en matemáticas. En la última oferta de empleo público salieron a concurso 3.600 plazas, incluidas las catalanas, cuyas oposiciones se celebraron en el 2020. Con este número es imposible cubrir la convocatoria. El hecho de que titulados ajenos a la disciplina impartan matemáticas acaba redundando en un mal aprendizaje de los alumnos. «He visto informes sobre el Reino Unido y Australia que indican que los alumnos con profesorado especializado en matemáticas obtienen mejores resultados», aduce Monzó.
Matricularse en la carrera de Matemáticas, sin apenas desempleo, es una tarea ardua. La mayoría de las facultades exigen una nota de corte superior a 10 sobre 14, y si se trata de dobles grados, como Matemáticas y Física, se demanda una calificación de 13.