¿Y si es el profesor el que suspende?

EDUCACIÓN

Los alumnos de la asociación Canae quieren que los estudiantes tengan voz
Los alumnos de la asociación Canae quieren que los estudiantes tengan voz EUROPA PRESS

La asociación de estudiantes Canae coló entre las enmiendas a la ley Celaá la evaluación de profesores por parte de sus estudiantes

04 feb 2019 . Actualizado a las 13:01 h.

Mañana, la ministra Isabel Celaá hablará en el Congreso sobre la nueva ley de educación, y se sabrá si incorpora una enmienda que aprobó en el Consejo Escolar para que los alumnos de ESO (de 12 a 16 años) evalúen a sus profesores, solo a título informativo. Fue una de las alegaciones aceptadas o no rechazadas por los representantes del ministerio en el Consejo, y según dijo la ministra, en esos casos se incluirá la enmienda en la ley. Desde el ministerio no hay compromisos: «Se tendrán en cuenta las enmiendas que mejoran el anteproyecto». Pero, ¿y si se acepta?

La gran duda podría ser si esos estudiantes valorarán de forma positiva al profesor divertido frente al buen docente. Según Arthur Poropat, profesor titular de Psicología Aplicada en la Universidad de Griffith (Australia), lo más probable es que sí: «Los estudiantes no saben lo que es mejor para su aprendizaje», sostiene. Su tesis, apoyada en varios estudios que cita en Theconversation.com, las investigaciones detectaron que los estudiantes consideraban mejores a los profesores que les ponían buenas calificaciones; cuando valoraban bien a su docente, la siguiente nota (con ese mismo docente) era buena; cuando lo calificaban mal, eran buenas las notas del año posterior. Esto se explica, dice Poropat, porque «los estudiantes a menudo asumen que el aprendizaje depende de lo inteligentes que sean y minimizan el valor del trabajo duro», por lo que «asumen que leer o resaltar pasajes en su libro de texto, o simplemente escuchar una conferencia, es suficiente para producir aprendizaje»; frente «a las tareas que requieren mucho tiempo y esfuerzo, que son consideradas menos eficientes para su aprendizaje, a pesar de que se ha demostrado que producen el mayor aprendizaje». 

«Su opinión debe importar»

Por tanto, ¿vale de algo la opinión de los estudiantes sobre su profesor? ¿Existe algún parámetro cuya aportación sea útil? Según familias, sindicatos y profesores gallegos consultados, es posible, pero nunca pueden ser la base de una evaluación docente.

Los que lo ven bien

Uno de los mayores defensores de esta medida es Juan Sanmartín, profesor de secundaria en un colegio concertado de O Carballiño y un referente en el uso del móvil en el aula: «Sí deben opinar los alumnos, yo lo contemplo en la programación de aula -explica-. El alumno puede expresar su opinión, que puede servir para mejorar la práctica docente. Muchos compañeros, y me refiero a redes (como Claustro Virtual) pasan cuestionarios anónimos a los alumnos para saber su opinión, un indicador que puede ayudar al docente. No olvidemos que ellos son el centro del aprendizaje y quienes reciben la información, su opinión debe importar». Claro que todo tiene matices: «Esta valoración tiene que ser analizada con todos los parámetros que pudiesen verse afectados, la dificultad de la materia, la población a la que se ha realizado la encuesta... Tenemos que tener en cuenta que en esta edad los alumnos son bastante influenciables, tienen una visión de la realidad propia y los datos deben ser claramente tratados».

«Veo más problema en el cómo, pero fomentar la evaluación crítico-constructiva es algo que deberíamos introducir», opina Emilio Veiga

Emilio Veiga, director del centro de formación del profesorado (CFR) de A Coruña, es de los que apoyarían esta medida: «Veo más el problema en el cómo, tanto por las herramientas de evaluación como de los tiempos de la misma. Pero fomentar la evaluación crítico-constructiva y no punitiva es algo que deberíamos introducir ya con el alumnado de la propia primaria», y recuerda de varias experiencias que generan una idea de comunidad muy positiva. 

«Algo de pedagoxía crítica haberá que facer, pero nin máis nin menos que noutras consultas de opinión»

Fernando Lacaci, vicepresidente de Anpas Galegas, también lo considera positivo: «Os estudantes da ESO están capacitados para avaliar se quen realice as preguntas está capacitado para facelas; tratarase de preguntar o que a xente desa idade está en condicións de respostar fielmente; e logo, por suposto, tratarase de saber interpretar eses resultados. Algo de pedagoxía crítica haberá que facer, pero nin máis nin menos que noutras consultas de opinión que se realizan de acotío».

«Los estudiantes pueden transmitir información relevante»

El parlamentario pontevedrés Guillermo Meijón (PSOE), miembro de la comisión de Educación del Congreso, recuerda que «en las aulas los docentes atienden a la retroalimentación que le proporcionan sus alumnos». Entiende este maestro que los estudiantes «pueden transmitir información relevante para el docente, y de hecho la transmiten en el día a día, aunque sin sistematizar, y por supuesto contribuyen a la mejora docente». En cualquier caso reconoce que la evaluación docente debe mucho más amplia que la opinión del alumnado.

Aceptable, pero con matices

Más reservas tiene María José Mansilla, representante de las familias de colegios católicos (Concapa-Congapa), quien cree que «el alumnado de la ESO estaría convencido de que su valoración es justa, aunque tal vez no del todo objetiva. Los resultados académicos en las materias determinarían en gran parte la valoración del profesor y la evaluación no cumpliría su función: contribuir a mejorar la acción docente. Pude caerse en valorar solo el producto final y no su desarrollo». Esta madre y profesora de secundaria apunta a la dificultad que supone «definir con claridad y con un criterio único la tarea docente sin olvidar otras características de la situación de la enseñanza que pueden influir sobre el trabajo del profesor». Ella es más partidaria de «la autoevaluación sistemática de la práctica docente con rigor e instrumentos eficaces, una autoevaluación que debe formar parte inseparable del rol del docente en cualquier nivel educativo».

«Pretender que los alumnos sean los examinadores de los profesores es de una gratuidad insoportable».

Rogelio Carballo, representante de las familias (Confapa Ceapa) cree que con big data se puede diseñar una evaluación objetiva sobre un profesor con datos que hay en el sistema, pero «dentro de un proyecto de evaluación completo, que tenga en cuenta cuestiones como la formación continua, la evaluación cruzada con el resto del profesorado del centro, evaluación por la inspección educativa, o cualquier otra, la opinión de los alumnos tendría algún valor como matiz de una imagen mucho más amplia». Pero «pretender que los alumnos sean los examinadores de los profesores es de una gratuidad insoportable».

«Sí, si es sobre asuntos muy concretos, como la capacidad comunicativa, la calidad de las explicaciones o la adecuación de los exámenes a lo trabajado en clase»

Isabel Ruso, presidenta de los directores de instituto en Galicia (Addiga), ve útil la evaluación por parte del alumnado solo «si entendemos que es sobre asuntos muy concretos, como la capacidad comunicativa, la calidad de las explicaciones o la adecuación de los exámenes a lo trabajado en clase». Ella cree que esa comunicación ya se da en la mayoría de las aulas. Por lo demás, recalca Ruso que «todos los profesores entienden que debe ser evaluados; eso no lo discute nadie» pero  lo que no aceptaría jamás es que «los alumnos discutan si sabes o no sabes de tu materia».

«Estoy de acuerdo en ser evaluado, pero no que lo haga el alumnado de 1.º y 2.º de ESO»

Algunos, como Carlos Varela, inspector de Educación, creen que el límite está en la edad: «Estoy de acuerdo con que el servicio debe ser evaluado siempre. También nosotros, pero no que lo haga el alumnado de 1.º y 2.º de la ESO. Sí a partir de tercero», que ya tienen plena participación en el Consello Escolar. «Y estoy rotundamente a favor en bachillerato y ciclos formativos», añade.

De ninguna manera 

Le ocurre a Luz López, secretaria xeral de la Federación de Ensino de CC OO en Galicia, que no está a favor da medida porque el sindicato es partidario «da avaliación xeral de diagnose do sistema educativo» y en ningún caso le corresponde al alumnado esa función.

«Pode menoscabar o principio de autoridade do profesor e a súa liberdade de cátedra»

Tampoco lo ve adecuado Julio Díaz, presidente del sindicato ANPE en Galicia: «Paréceme un despropósito. Iso non quere dicir que os profesores e o sistema educativo non debamos estar sometidos a avaliación, pero unha con criterios obxectivos e que forme parte, no caso dos docentes, da súa carreira profesional». Para Díaz, que los alumnos evalúen a los profesores puede «menoscabar o principio de autoridade do profesor e a súa liberdade de cátedra».