Elías Torres, profesor de Filoloxía: «Perigo: a Universidade volveuse vella»
EDUCACIÓN
Aboga por el compromiso comunitario y tacha de lacra social el «individualismo»
21 may 2018 . Actualizado a las 10:12 h.Elías es un activo social y universitario. Nacido en Tui, desembarcó en Santiago en 1978, un poco engañado y con un desgarro anímico. Como no había plazas en colegios públicos aterrizó en Peleteiro. Unos cursos después ya era un líder estudiantil que logró convocar una huelga porque el centro no hacía puente en Ascensión, con los grises en la puerta y Dolores Ramos en su despacho afligida. Terminó el bachiller con premio extraordinario. Eligió Filoloxía en una baraja de carreras, aunque le bullían desbocados por su sesera biología y antropología. Como nunca es tarde, se está doctorando como antropólogo en Lisboa.
Le viene muy bien ese doctorado porque promovió la creación de un grupo de estudio de la relación de la cultura y la ciencia con el territorio, en donde hay biólogos, economistas... y él se suma como antropólogo. El grupo Galabra, inspirado por el activista Elías, logró crear una red investigadora por diversos lugares y universidades. En esa iniciativa reside una idea clara: la acción colectiva frente a la individual. «A principal lacra social é o individualismo», sentencia.
¿Ocurre en Santiago? «En Santiago hai un asociacionismo meritorio de diferente tipo, pero está nucleado por persoas de 40 ou 50 anos, bastante desarticulado e pouco atendido». ¿Y eso? «A xente está mais ocupada en resolver os seus propios problemas ou inventar algúns, e cada vez menos dedicada a tarefas solidarias. Falta compromiso social».
Ese absentismo social no va con Elías. Ejemplos de ello son su actividad como scout católico, la creación luego de Ítaca, «un proxecto que deixou pegada», y la puesta en marcha de la asociación Altair, como proyecto de cooperación internacional de educación en tiempos libres. Son iniciativas que alumbró y coordinó en medio de otras. Ostentó la dirección de la residencia Monte da Condesa, que devino en un «proxecto cultural e educativo moi potente».
Recelos en el rectorado
Por aquel entonces ya estaba en la Mesa para la Normalización Lingüística, que vicepresidiría más tarde. Acabaría tomando las de Villadiego porque la acción del idioma por si sola no le parecía la fórmula más adecuada. Impulsó, por otra parte, la Mesa para la defensa del gallego berciano.
Y vino el rectorado. Coordinando Universidade Aberta pactó con la Plataforma Universitaria Progresista (PUP) de Senén Barro, que conquistó el rectorado. Eran dos grupos que se miraban con suspicacia y Elías comulgó receloso con la entente. Terminaría dimitiendo como vicerrector: «Tiñan unha idea antiga, de non renovación. Pedimos unha reformulación que Senén aceptaba, pero os outros non, e funme». No obstante, fue para Torres «unha experiencia de aprendizaxe e traballo persoal moi positiva, aínda que non puidera completar os proxectos que abrigaba».
Lo que echa claramente en falta Elías es «un proxecto de Universidade». A su juicio es vital avanzar e innovar mejor, ser más útiles: «Hai que apoiar o que vale a pena e non investir esforzos en elementos mediocres, parasitos ou vitimistas». Detecta en el momento actual un grave peligro, que la Universidade se está volviendo vieja: la media del profesorado tiene 55 años: «Non temos renovación e a metade do persoal está mirando a xubilación. Iso é gravísimo e obriga a avanzar, darlle oportunidades aos investigadores novos». La persona más joven que entró en su grupo de investigación tiene 48 años.
Nombre. Elías Torres Feijó, nacido en Tui y residente en Santiago desde 1976
Profesión. Profesor de Filoloxía en la Universidade
Rincón. La plaza do Toural, donde vive, donde se manifestó, donde se reúne y donde juegan sus hijas. Es su pasado y su presente.