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Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

EDUCACIÓN

MARCO GUNDÍN

Un total de 250 alumnos de FP muestran 40 proyectos innovadores salidos de las aulas

11 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los estudiantes de Emerxencias Sanitarias del IES de Leixa (Ferrol) utilizaban cuatro sillas para simular un coche y practicar técnicas de rescate en el caso de un accidente de tráfico. A sus compañeros de Automoción del CIFP Ferrolterra se les ocurrió que les podían echar una mano. Así que los alumnos, con la ayuda de sus profesores, diseñaron y fabricaron un simulador de rescate de accidentes de tráfico. Durante un año han estado trabajando en un sistema hidráulico que es capaz de colocar el coche en cualquier posición para que los alumnos puedan practicar rescates en coches volcados, ladeados, con el morro o la parte de atrás levantada...

La colaboración entre dos centros de FP la explicaba Javier Iglesia, profesor del CIFP Ferrolterra y coordinador del proyecto, durante la primera jornada del FP Innova, un congreso en el que se darán cita más de 7.000 estudiantes y 300 profesores que hasta mañana podrán ver y tocar cuarenta proyectos innovadores salidos de las aulas gallegas. Como el del CIFP Ferrolterra y el IES Leixa, pero distintos.

Tan distintos que en el IES Lois Peña Novo de Vilalba y en el IES Illa de Sarón de Xove fabrican drones. Y sistemas de videovigilancia. Y hasta localizadores. Lo hacen con unos dispositivos que trabajan la Internet de las cosas. Dispositivos con software y hardware libre que cuestan apenas 30 euros y que funcionan como un auténtico miniordenador, que además es de bajo coste y de bajísimo consumo: apenas dos vatios, cuando un ordenador normal consume unos 250.

Una minicámara envía información a uno de estos miniordenadores. Ya se puede crear un sistema de videovigilancia. El que tienen en el centro de FP vilalbés, según explica Juan López, coordinador de un proyecto que implica a 11 profesores y 15 estudiantes. «Agora estamos intentado conseguir alimentalo por enerxía solar ou baterías que duren máis para que non sexa tan dependente da electricidade».

Si a ese dispositivo se le añade una tarjeta SIM y una antena GSM, se puede crear un auténtico sistema de teleasistencia a, por ejemplo, personas mayores o dependientes. «Cada dous minutos manda información da posición» y además podría recibir y enviar llamadas. Pero claro, lo más llamativo son los drones. Que también fabrican ellos mismos.

Distinta, y cómo, es también la propuesta del CIFP Carlos Oroza de Pontevedra. Descubren todo un nuevo mundo a partir de algo tan normal, tan habitual y tan gallego como la camelia. «Conxuga un montón de atractivos e valores que temos que axudar a expandir». En colaboración con el Centro Fitopatolóxico de Areeiro y de algunos de los pazos que cuentan con auténticas joyas botánicas en forma de jardín, también se han atrevido a darle otros usos. Así que uno puede degustar una bica de camelia preparada por los estudiantes. O descubrir que todo el té del mundo sale de la camelia sinensis y probar los brotes salidos de uno de los pazos gallegos, Quinteiro da Cruz, que da cobijo a la que ya se conoce como a raíña do inverno. Y que de las semillas, aplastadas con una prensa traída de Japón, sale un aceite que supera el punto de quema del aceite de oliva. Se puede freír un huevo en aceite de camelia y a la vez cuidarse la piel, porque las geishas llevan siglos usando productos derivados de este extracto para acicalarse.

Son apenas tres ejemplos de lo que ya se puede considerar «la joya de cualquier sistema educativo de un país avanzado»: la formación profesional. Lo decía el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, durante la inauguración oficial del encuentro. Galicia tiene un 50 % más de plazas que antes de que estallase la crisis. Por segundo año consecutivo, hay más estudiantes matriculados en FP que en bachillerato. Y la inserción laboral de los titulados gallegos alcanza el 80 %. ¿El siguiente reto? La FP dual, que tiene en la actualidad 800 estudiantes y que es el futuro de un sistema en el que priman la calidad, la flexibilidad y el espíritu innovador. Lo demuestran estos días los 250 alumnos que explican los proyectos en los que tanto han trabajado.