La gran mayoría de las salas de estudio de la Universidad carecen de aire acondicionado Los más de 6.700 puestos de lectura disponibles resultan escasos para el total de alumnos inscritos
07 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.RECTA FINAL DEL CURSO. Falta poco para los exámenes, y los alumnos apuran estos días su preparación, en muchos casos haciendo uso de las bibliotecas, como la Concepción Arenal, una de las más frecuentadas. CONTAMINACIÓN ACÚSTICA. Si el ambiente es ruidoso, nada mejor que unos tapones para los oídos. FUERA SANDALIAS. Todo vale para combatir el calor durante el estudio, incluso descalzarse. Aunque a muchos les pueda pillar desprevenidos, se acerca la hora de la verdad para los estudiantes. Los exámenes de junio están al caer, y no sólo son los universitarios los afectados, sino también los alumnos que se presentan este año a las pruebas de acceso a la universidad, a los que les falta apenas una semana para enfrentarse a la selectividad. Por eso, como suele ocurrir cada año en esta época, las bibliotecas de la Universidade de Santiago (USC) presentan en los últimos días un lleno total que amenaza con rebasar el punto de saturación de las instalaciones. Los 6.781 puestos de lectura disponibles en el conjunto de las bibliotecas de la USC (o «puntos de servicio», en la denominación técnica) parecen haber quedado escasos para las necesidades de los estudiantes, a pesar del descenso de la matrícula en los últimos años y de la reciente construcción de la Biblioteca Concepción Arenal, la más amplia de todas las existentes con más de mil plazas. Altas temperaturas Al margen del espacio, un problema sin solución en el que el incremento de la oferta implica un inmediato aumento de la demanda, el calor de los últimos días ha complicado la situación en muchos casos. Sobre todo en aquellos centros que no disponen de aire acondicionado, es decir, la mayoría. Sólo se salvan los usuarios de la Biblioteca Concepción Arenal y los de las facultades sin cristaleras. En el polo opuesto se encuentran centros como Dereito o la propia Biblioteca Xeral, donde estos días se alcanzaron temperaturas asfixiantes. Para combatir el calor, nada mejor que vestir ropa fresca y consumir abundantes líquidos. Lo primero es fácil, lo segundo depende de cada biblioteca: en algunas existen máquinas expendedoras de agua, café y refrescos, pero en otras (Farmacia, Xornalismo o Filosofía, entre otras), es necesario acudir a la correspondiente cafetería. Otro tanto ocurre con los servicios, con casos como la facultad de Historia en los que el acceso está restringido a miembros de la comunidad universitaria con carné en vigor. Mención aparte merecen los puestos de estudio; amplios en algunos casos, como las facultades de Farmacia o Historia, más reducidos en Xornalismo o Económicas y mínimos en la Biblioteca Xeral, pese a todo una de las más concurridas. Las sillas son, por lo general, espartanas, con tendencia a ser incómodas, aunque la palma se la llevan las diseñadas por Álvaro Siza para la facultad de Xornalismo. A cambio, esta facultad dispone, al igual que Historia, de una generosa iluminación natural y de pequeños puntos de luz individuales, en contraste con el aspecto desangelado que proporcionan los tubos fluorescentes en Farmacia, Filoloxía, Dereito o Económicas. Tecnología En cuanto al equipamiento tecnológico, hay que destacar que todas las bibliotecas de la USC disponen de ordenadores con conexión a Internet, muy abundantes en la Concepción Arenal, muy escasos en otros casos. Además, la red inalámbrica de la USC permite a los universitarios conectarse gratuitamente a la Red a través de sus portátiles, un servicio cada vez más demandado. El único problema es que no todos los centros disponen de enchufes disponibles para recargar los equipos.