La Xunta defiende un sistema automático obligatorio de cierre de puertas en edificios públicos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Quique Garcia | EFE

Considera que la medida, que entra en vigor el día 30, tendría que ser voluntaria para el sector privado

26 sep 2022 . Actualizado a las 19:49 h.

El Ministerio para la Transición Ecológica reunió el pasado viernes a las comunidades autónomas en la conferencia sectorial de energía para entregarles el documento con recomendaciones de eficiencia energética en edificios de las Administraciones públicas, empresas y hogares. El ministerio dio oportunidad a las autonomías para realizar sus últimas aportaciones y la Xunta lo ha hecho. Entre otras sugerencias, el Gobierno gallego considera que el documento debería incluir como medidas obligatorias para las Administraciones públicas el apagado de la iluminación de sus edificios cuando estos estén desocupados, incluso fuera del horario establecido en el plan de ahorro energético implantado en agosto. Esa norma recoge que deben quedar a oscuras a partir de las diez de la noche.

Además, la Xunta también propone incluir como algo obligatorio para las Administraciones que sus instalaciones cuenten con sistemas de cierre automático de puertas de los locales que den al exterior y con sistemas de climatización. El documento entregado por el Gobierno solo habla de recomendaciones para el sector público, pero la Xunta entiende que deberían ser obligatorias. Como lo son, recuerda, para el sector privado. De hecho, el Gobierno gallego insiste en que esas medidas deben tener carácter voluntario para los comercios y ser obligatorias, en cambio, para las Administraciones. Es decir, al revés de lo reflejado en el documento que maneja Transición Ecológica.

De hecho, según el plan de ahorro energético aprobado en agosto, los locales climatizados de uso público deberán disponer de sistemas de cierres automáticos de las puertas que den al exterior a partir del 30 de septiembre, es decir, el próximo viernes.

Consumir un 7 % menos de gas

El contenido final del documento entregado por el ministerio a las comunidades es, de momento, un misterio. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, avanzó hace unos días que lo darán a conocer entre esta semana y la que viene. Contendrá recomendaciones a los hogares y las industrias para reducir el consumo de electricidad y, por tanto, también el de gas natural como combustible para generar luz. Y es que esa es la instrucción dada por Bruselas a todos los países del club comunitario.

En principio, se trata de reducir de forma voluntaria la demanda de hidrocarburo hasta la próxima primavera. El objetivo es que cada país la rebaje un 15 %, con la excepción de España, con un 7 %, para así prepararse para un invierno que se antoja complicado ante los cortes de suministro de gas por parte de Rusia, hasta hace unos meses, principal surtidor del continente.

Los países deben detallar cómo piensan hacerlo, de ahí la razón de ser del plan de contingencia con las medidas de ahorro energético previstas. Como avanzadilla, el Gobierno aprobó en agosto medidas obligatorias para el sector servicios: entre otras, la limitación de la temperatura en el interior de los locales a 26 grados como máximo en verano y 19 como máximo en invierno, y el apagado de escaparates a partir de las diez de la noche.

Hace unas semanas, el ministerio ya pidió su opinión a las comunidades autónomas. La Xunta envió a Madrid un abultado documento con sus recomendaciones. Entre otras, que las obligaciones a los comercios fuesen recomendaciones.