Las centrales de ciclo combinado podrán sustituir el hidrocarburo de importación por gases renovables hechos en España

F. Fernández LA VOZ

ECONOMÍA

Nuevo consejo de administración de Naturgy, tras la incorporación del representante del fondo IFM
Nuevo consejo de administración de Naturgy, tras la incorporación del representante del fondo IFM

Naturgy reivindica esa tecnología como respaldo de las renovables y avanza que será necesaria al menos hasta el 2030

15 mar 2022 . Actualizado a las 17:18 h.

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, reivindicó el papel de las centrales de ciclo combinado de gas natural como garantes de la seguridad del suministro eléctrico y recordó que la tecnología seguirá desempeñando un papel protagonista en el sistema de generación al menos hasta el 2030, cuando, añadió, el gas contribuirá con un 10 % de la producción de energía eléctrica. Así lo avanzó durante la junta general de accionistas de la compañía, que cuenta con una central de ciclo combinado en Galicia, situada en el concello coruñés de Arteixo.

Reynés destacó que el plan nacional integrado de energía y clima (PNIEC) prevé que, dentro de ocho años, tres cuartas partes de la energía eléctrica procederá de fuentes renovables, pero también entonces será imprescindible el gas como tecnología de respaldo, para evitar desabastecimiento energético, porque «el agua y el viento no son programables», el carbón casi ha dejado de formar parte del mix de generación y las nucleares cerrarán de forma progresiva entre el 2027 y el 2035.

Así que queda gas para rato, pero no tendrá que ser el hidrocarburo que España tiene que importar en su totalidad de países como Argelia o Estados Unidos y cuyas cotizaciones internacionales están provocando toda una crisis energética mundial. Así, Reynés explicó a sus accionistas que, en la línea del Gobierno de reducir la dependencia energética del exterior, los ciclos combinados también podrán sustituir esa materia prima de importación por los gases renovables, cuyo desarrollo comercial se encuentra en fase de experimentación en España.

De hecho, Naturgy participa en un proyecto con el centro tecnológico EnergyLab y EDAR Bens, la empresa pública de depuración de aguas residuales de los ayuntamientos de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros, para la obtención de biogás, biometano e hidrógeno a partir de las aguas residuales y sus posibles usos. De hecho, el biometano generado en estos proyectos piloto se está utilizando como combustible alternativo en la flota de furgonetas de EDAR Bens y en un autobús metropolitano adaptado.

El presidente de Naturgy resaltó que los gases renovables tendrán una mayor capacidad de integración en el sistema que el hidrógeno renovable y recordó que otros países europeos están ya mezclando gas natural y gases de origen renovable en aras de  reducir el consumo del hidrocarburo convencional y de rebajar la dependencia energética de terceros países.

Reynés avanzó que el hidrógeno renovable «no es una solución a corto plazo», ya que requiere la electricidad procedente de parques eólicos o fotovoltaicos para obtenerlo a partir de la descomposición de la molécula de agua. Pero eso no quiere decir que la compañía renuncie a ese combustible. Al contrario. El grupo aspira a obtener financiación de los fondos del plan de recuperación para impulsar una planta en La Robla (León) junto a Enagás, entre otras. En el plan estratégico para los próximos cuatro años se prevén inversiones por importe de 8.000 millones en nueva generación renovable, que incluirá hidrógeno renovable.

La división de la compañía

Reynés defendió ante los accionistas el proyecto Géminis, para dividir los activos de la compañía en dos empresa diferentes: una gestionará los negocios regulados (distribución de gas y electricidad en España y cinco países latinoamericanos) y otra, los liberalizados (generación y comercialización de electricidad y venta de gas natural licuado a nivel internacional). El presidente de la empresa defendió la segregación como plataforma para generar nuevas oportunidades de crecimiento. «Estamos convencidos de que las dos compañías serán más competitivas» con unas «organizaciones ágiles y flexibles», más atractivas para los accionistas y los empleados, resaltó.

Reynés aclaró que la escisión mercantil generará unos costes operativos nada significativos.