Quienes se queden sin ingresos podrán cobrar de inmediato la renta mínima

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Alberto Ortega

Se cubre así a parados que agoten los subsidios y se doblarán los beneficiarios

18 oct 2021 . Actualizado a las 18:55 h.

Después de constatar que, tras casi año y medio en marcha, el ingreso mínimo vital (IMV) —la medida social estrella del Gobierno de coalición— sigue a una enorme distancia de alcanzar los beneficiarios a los que inicialmente esperaba llegar, el Ejecutivo ha acordado incluir «mejoras» para hacer la prestación más accesible y que finalmente pueda ser la «red última de seguridad» para la que fue diseñada. Así lo señalaron ayer el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y su homóloga de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, durante la presentación de la batería de cambios que esperan aprobar antes de que acabe el año, aprovechando la recta final de la tramitación parlamentaria de la ley que regula el IMV.

El objetivo, según Escrivá, es que el año próximo la cifra de beneficiarios de la prestación se duplique, lo que supondría pasar de los 350.000 hogares y 800.000 personas a 700.000 familias y 1,6 millones de personas. El número, sin embargo, aún quedaría por debajo de las estimaciones iniciales de la prestación, que se esperaba diese cobertura a 850.000 hogares y 2,3 millones de personas. En cualquier caso, lo que está fijado es la cuantía presupuestaria que lo cubrirá el próximo año: 3.000 millones de euros.

Mayor cobertura y agilidad

Belarra puso en valor la importancia del IMV para contener el golpe económico de la pandemia entre los más vulnerables, pero admitió que era preciso «hacer autocrítica» y «mejorarlo», en un doble sentido: ampliando la cobertura de la prestación para que llegue a más colectivos en dificultades y, a la vez, agilizando su gestión administrativa para reducir los tiempos de espera.

En ese doble objetivo se enmarcan las mejoras anunciadas ayer por Belarra y Escrivá. Entre ellas destaca, por ejemplo, que quienes agoten el subsidio por desempleo (actualmente lo perciben casi 830.000 personas) podrán solicitar inmediatamente el ingreso mínimo, sin necesidad de pasar un período de transición (ahora era un año) sin contar con protección alguna.

Belarra señaló que quienes estén en dicha situación (el subsidio lo cobran durante un período de seis meses, susceptible de ampliación en función de la situación familiar, quienes han agotado su prestación contributiva por desempleo o quienes no tengan suficiente cotización para ella), sin empleo ni otros ingresos a la vista, podrán tramitar la solicitud del IMV antes de que finalice el subsidio, para no quedar desprotegidos. Así, la percepción de una y otra prestación se encadenarían, sin tener que esperar un año como en la actualidad, evitando quedar «en tierra de nadie», como indicó la ministra, subrayando que de ella es «mucho más difícil salir».

Otro de los cambios de calado que incluirá la prestación estrella del Gobierno de coalición, será que quienes tengan una pérdida sobrevenida de ingresos podrán solicitar el IMV inmediatamente, sin necesidad de esperar un año, como en la actualidad.

«Ahora podremos tener en cuenta los ingresos de los últimos meses para solicitar el IMV, y la novedad más relevante es que se utilizará la cantidad de ingresos más beneficiosa para la persona —bien la del año anterior, bien la de los últimos meses—, de manera que si a una persona le ha ocurrido una situación sobrevenida y una caída de ingresos, no tiene que esperar al siguiente año para solicitar el IMV», subrayó la ministra de Derechos Sociales. También se elevarán los umbrales de renta y patrimonio en esos casos, para que la renta mínima sea más sensible a las situaciones de pobreza sobrevenida.

Discapacitados y dependientes

Belarra anunció que la prestación aumentará en un 22 % para las familias con algún miembro con una discapacidad igual o superior al 65 % y que no se tendrán en cuenta como ingresos computables para el ingreso mínimo las prestaciones asociadas a la dependencia, para no vulnerar el principio de equidad. Se exceptuarán también del cómputo de rentas la pensión de alimentos o las prestaciones o subsidios por desempleo.

Otra novedad es que los jóvenes extutelados por la Administración ya no tendrán que acreditar ningún año de vida independiente para poder solicitar el ingreso mínimo (podrán hacerlo cuando cumplan los 18); y para el resto de menores de 30 años, el requisito de vida independiente se rebaja de tres a dos años, mientras que la antigüedad de la unidad de convivencia se reduce a la mitad, de doce a seis meses.

Escrivá anuncia una «búsqueda proactiva» de perceptores, pero sin más personal

A los cambios anteriores se suma el complemento a la infancia, presentado la semana pasada por el ministro Escrivá durante el desglose de los Presupuestos correspondientes a su departamento. Supondrá el abono de entre 50 y 100 euros mensuales por cada menor. Así, para los hogares con pequeños de hasta 3 años ascenderá a 100 euros por menor de esa edad, se reducirá a 70 euros para la horquilla de entre 3 y 6 años, y quedará en 50 euros desde esa edad y hasta los 18 años.

Dicho complemento, además, amplía el nivel de renta exigido para acceder al ingreso mínimo vital (se triplican los umbrales de renta de acceso y se multiplica por 1,5 el de patrimonio). Por ello, Escrivá subrayó que «refuerza el IMV como el mejor instrumento para luchar contra la pobreza infantil», cuyos beneficiarios confía en doblar el próximo año.

En ese sentido, el ministro destacó que se trabajará proactivamente en la búsqueda de potenciales beneficiarios de la prestación, ya que se ha detectado una importante bolsa de personas que, reuniendo los requisitos exigidos, no la han solicitado.

En los próximos meses, la Seguridad Social se pondrá en contacto con ellos para conocer las razones por las que no tramitaron la ayuda y acompañarles en el proceso para hacerlo, hecho por el que se espera que crezca el número de beneficiarios.

Escrivá descartó que sea necesario contratar más personal para ello. Aseguró que es suficiente con los mil puestos con los que reforzaron la plantilla de la Seguridad Social en la pandemia y que seguirán en los próximos tres años. «Seguirán trabajando en una prestación que se está normalizando y serán proactivos en esa búsqueda de beneficiarios, novedosa a nivel nacional e internacional», zanjó.