El Gobierno desoye a Stellantis Vigo y bloquea su acceso a los fondos europeos

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Stellantis
Stellantis cedida

Mantiene como criterio selectivo que el proyecto incluya fabricar baterías

12 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Stellantis Vigo y sus 120 proveedores gallegos tienen un plan para invertir 1.300 millones en tres años, y garantizar así la asignación de nuevos modelos y el futuro del sector más allá del 2026, que es cuando vence el tiempo estimado de vida útil de los modelos que fabrican actualmente (Peugeot 2088 y la gama de vehículos comerciales Citroën, Peugeot, Opel, Toyota y Fiat a partir del próximo año).

Ese plan quiere entrar en el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado, que es la única vía de acceso al reparto de 3.000 millones de euros de los fondos Next Generation que el Gobierno va a dedicar a la industria española del automóvil.

Pero para formar parte del PERTE es necesario que los proyectos cumplan una serie de requisitos, entre ellos, la producción de baterías para coches eléctricos, algo que el plan gallego, denominado Autoáncora no prevé, ya que Stellantis tiene su propio consorcio productor de este tipo de componentes (grupo Total) y para Europa las montará en Francia, Alemania e Italia.

Solo Seat cumple

La multinacional francoitaliana se lo ha explicado al Gobierno, y con el mismo argumento ha pedido al Ministerio de Industria que modifique las bases de concurrencia al PERTE. Pero por lo avanzado ayer por el secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, no se prevén cambios en la redacción de las bases, y el ministerio mantendrá el enfoque inicialmente planteado y que se resume en que, para poder acceder a las ayudas se deberán poner de acuerdo al menos un fabricante de baterías, uno de automóviles y uno de componentes. Estos criterios responden a la necesidad de que los proyectos incluyan «todos los elementos de la cadena de valor» con una planta de baterías, plataformas para la producción de vehículos y la fabricación de componentes. El problema es que, por ahora, solo el grupo Volkswagen, a través de Seat, ha presentado un proyecto que reúna todas las características requeridas.

Desde el ministerio aclaran que aún hay tiempo, porque la convocatoria de las ayudas todavía no ha sido publicada, se hará en concurrencia competitiva y con las mismas opciones y posibilidades para todos proyectos que se presenten. «Estamos trabajando en la tramitación de la orden de bases y convocatoria para que a finales de año esté ya disponible esta línea de 3.000 millones de euros», aseguró Banco, en la Comisión de Industria de la Cámara de Comercio de España.

El sector confía en que los criterios de selección finalmente no incorporen como requerimiento indispensable la producción de baterías. «Hay 17 fábricas de coches en España, y no tiene sentido que todas incluyan una planta de baterías en su plan de ayudas. Es inviable pensar en 17 fábricas de baterías», justifican.

Pero desde fuentes conocedoras del borrador del PERTE explican que lo que se busca es el establecimiento de sociedades o consorcios. Dicho de otro modo, que Stellantis Vigo se asocie con otro proyecto como el del consorcio que encabezan Volkswagen y su filial española Seat para Cataluña, que si incluye una planta de pilas.

El problema, según explican desde el sector gallego, es que un consorcio de este tipo no es posible, porque los coches de Stellantis no utilizan las mismas baterías que los de Seat o Volkswagen.

Supervivencia en riesgo

«Los proyectos integrados en Autoáncora posibilitarán la transformación necesaria para sobrevivir y anclar con solidez en el futuro la actividad industrial del automóvil en Galicia», ha advertido Stellantis, que insiste en la necesidad de que Industria revise los criterios de reparto de fondos, y en que fabricar baterías no sea un factor excluyente.

Blanco detalló que de la línea de 3.000 millones convocada este año, 1.500 millones se concederán en forma de subvenciones y otros 1.500 a través de préstamos. Según aseguró, el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado, que es el primero de los proyectos estratégicos aprobados por el Gobierno (el pasado mes de julio) es «una oportunidad única para garantizar la transformación de la industria en España».