¿En qué está enredando Inditex?

ECONOMÍA

María Pedreda

El acuerdo global en el sector textil firmado bajo el amparo de la OIT ha pasado desapercibido

24 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Noqueados por una pandemia que se ha saldado en España con casi 30.000 muertos y 235.000 infectados, y a punto de entrar en la fase dos de un estado de alarma que ya certificó la destrucción de 86.000 empresas, ha pasado prácticamente desapercibido el acuerdo global en el sector textil firmado bajo el amparo de la OIT. Fue calificado por Joaquín Nieto, representante de la organización en España, como uno de los más importantes llevados a cabo a escala mundial para poner freno a una crisis para la industria de la confección que se ha llegado a definir como de «existencial». Si el pacto con los más desfavorecidos no se hubiese ejecutado, la bofetada económica para las grandes empresas de Europa y América sería brutal. La razón es bien sencilla: la realidad que dejaba un coronavirus letal amenazaba con dejarlas sin proveedores. El colapso de estos era inminente. Tras el cierre de las tiendas en los países «desarrollados» afectados por el covid-19, miles de fábricas de los estados más pobres del planeta comenzaron a morir a un ritmo alarmante, lo que se tradujo en el despido de miles de trabajadores carentes de cualquier red de seguridad social. El daño se perfilaba como global y brutal. La cooperación y la ayuda se convirtieron en armas necesarias para la mejor supervivencia en Oriente y también en Occidente. Es en este contexto en el que nació un acuerdo firmado el pasado 22 de abril. Aunque no lo confirma, lo impulsó Inditex, quien enredó para su firma a la Organización Internacional de Empleadores (OIE), la Federación de Empleadores de Bangladés, la Federación Internacional de la Industria del Vestido, las marcas Adidas, C&A. H&M, M&S, Primark, PVH Corporación, Ralph Lauren, Tchibo, VF Corporation, Under Armour y Zalandro. Por parte de las organizaciones sindicales sellaron el acuerdo la Confederación Sindical Internacional, InsutriALL y Global Unión.

Entre los compromisos básicos del pacto destacan:

1.- El pago de todos los pedidos completados o en proceso, al precio establecido y sin exigir ningún tipo de descuento.

2.- Mantener líneas de comunicación abiertas, rápidas y efectivas con las cadenas de suministro.

3.- Planificación de las operaciones comerciales futuras.

4.-Si las circunstancias financieras lo permiten, el apoyo directo a las fábricas también puede ser «considerado». Los firmantes del documento se comprometen con instituciones y gobiernos a apoyar la movilización de fondos de ayuda de emergencia, créditos y préstamos a corto plazo para garantizar los ingresos de los trabajadores. No es que sean las grandes marcas las que vayan a convertirse en bancos o a realizar la función de los Gobiernos, pero sí respaldan esta iniciativa al mantener sus pedidos y sus producciones.

5.- Es necesario mejorar los esquemas de protección social para preservar los empleos. Para ello se describen como fórmulas paquetes de impuestos, fondos para la seguridad social y programas de desempleo temporal. «Entendemos que deben tomarse medidas inmediatas para abordar el impacto de la crisis con el fortalecimiento de una protección social; es esencial para aumentar la resiliencia, permitiendo a las sociedades hacer frente a emergencias inmediatas y mitigar el impacto de crisis futuras».

El covid-19 dio un vuelco al mundo y el mundo se tuvo que adaptar. Ojalá que para mejor.