El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo a los medios en el avión que lo llevó a EE.UU. que el Gobierno hará todo lo que pueda para repatriar a sus ciudadanos. «Nuestros pensamientos están con los clientes de Thomas Cook, los turistas que ahora afrontan dificultades para volver a casa. Haremos todo lo que podamos para traerlos a casa», añadió.
También pidió una investigación sobre el colapso a fin de asegurar que los turoperadores estén más protegidos y evitar que se repita una caída como la de Thomas Cook. El grupo esperaba concluir con Fosun un rescate estimado en 900 millones de libras (1.023 millones de euros) pero fue retrasado por la exigencia de los bancos -como el RBS y el Lloyds- de contar con nuevas reservas de cara al invierno.