El caso es que ni las organizaciones de consumidores ni tampoco los expertos en inversión ni los asesores financieros se han mostrado satisfechos del resultado de la orden ministerial que debía impedir que vuelvan a producirse escándalos como las preferentes o las obligaciones subordinadas. Todos consideran insuficiente el descafeinado -y desaparecido- semáforo de riesgos, que creen que no evita la desprotección del cliente.
También la Comisión Nacional del Mercado de Valores considera insuficiente esta fórmula final del ministerio, una idea original de la propia CNMV que acabó paralizada en el Consejo de Estado y fagocitada luego por Luis de Guindos. Ahora el organismo que preside Elvira Rodríguez prepara una circular -estará lista este semestre- con la que complementar la orden previa y en la que se advertirá específicamente si el producto no es adecuado para minoristas. Además, exigirá a las entidades que informen sobre la diferencia del coste de mercado y la probabilidad de los escenarios de riesgo: favorable, neutro o desfavorable.