El sucesor de Méndez ejercerá más control en UGT

a. e. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Javier Lizón | EFE

«Después de 22 años de sobreexposición pública, quiero recuperar mi vida privada», aseguraba el histórico sindicalista

23 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En menos de tres semanas, UGT tendrá un nuevo secretario general. Después de 22 años al frente del sindicato, Cándido Méndez se retira en un momento en que el sindicato afronta una profunda reorganización. El congreso confederal se celebrará del 9 al 12 de marzo en Madrid y están convocados 601 delegados para elegir al nuevo secretario general y a la nueva ejecutiva. Por primera vez en la historia de UGT hay tres candidatos: Josep María Alvarez, secretario general de UGT de Cataluña; Miguel Ángel Cilleros, secretario general de la Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo, Y Gustavo Santana, secretario general de UGT de Canarias. Aunque la candidatura de este último no está asegurada porque hay que reunir un 25 % de avales. La sucesión va a ser reñida. Esta vez, la mayoría de los congresos de las uniones territoriales y federaciones están dando libertad de voto a sus delegados. No obstante, Álvarez tiene los apoyos explícitos de Cataluña y de la Federación del Metal y el respaldo tácito de la Federación de Servicios Públicos, que aportan al Congreso casi un tercio de los 601 delegados convocados. Por su parte, Cilleros cuenta con el respaldo de su federación y de la de servicios (105 delegados). A esto hay que sumar el apoyo territorial que reciba cada uno en otras uniones o federaciones.

Pero lo que más se va a discutir en el Congreso es el tipo de organización que saldrá de él. Sobre lo que hay acuerdo es en la necesidad de aumentar los controles para que UGT no vuelva a verse envuelta en escándalos como los ERE o las tarjetas black. Por eso, una de las reformas que el congreso confederal va a introducir es un reforzamiento «de los mecanismos de control y autoexigencia de los dirigentes sindicales», explicó ayer Méndez. Lo hizo en una rueda de prensa en la que proclamó a modo de despedida: «Para mí ha sido muy importante ser secretario general de UGT. Estoy en deuda eterna con el sindicato».