¿Por qué los abuelos compran Reyes si no tienen dinero?

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

«Las personas mayores tienen necesidad de afecto y el hecho de hacer regalos es una forma de intentar conquistar a los que quieren», explica el psicólogo Manuel Lage

20 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Primera historia: una pareja de ancianos entra en un establecimiento comercial y se acerca al mostrador. Se nota que ese no es su espacio habitual. Caminan despacio, agarrados de la mano, con un bastón y mirando todo cuanto cartel hay. Una dependienta los atiende. Les pregunta qué desean. Ellos se explican. Quieren un regalo para su nieto, otro para su hijo y otro para su nuera. No hablan de dinero. No dicen cuánto van a gastar. La tarea la traen hecha de casa. Una cartera, una agenda y un móvil. «Buscamos ese teléfono que tiene nombre chino», se explica la señora, mientras le exige a él entre susurros y dándole golpes con el bastón en la pierna que se calle.

Abren la cartera, sacan un pequeño fajo de billetes de diez y compran todo lo que se propusieron. Lo quieren envuelto en papel de regalo. Salen del comercio encantados con su bolsa. Se dirigen a casa.

Segunda historia: una mujer que ya pasó los 80 llega a un establecimiento de barrio. Como si se tratase del mismo guion de cine, las escenas se repiten y demuestran que los ancianos españoles salen en Navidad de sus cuarteles generales donde administran una pensión de entre 600 y 1.200 euros -en el mejor de los casos- que les tiene que dar para comer, vestirse (gastan más bien poco o nada en este menester), pagar la factura de la luz, el gas, el agua y la famosa contribución. Eso si no viven de alquiler, que al que le toque pagarlo tendrá que reservar de la suculenta paga no menos de 250 euros o no mantienen a sus hijos y a la familia de sus hijos. Estos abuelos forman parte de un colectivo de 652.477 que cobran la pensión contributiva, a los que hay que sumar 55.483 que reciben una prestación asistencial. ¿A cuánto se eleva su importe? A 399,38 euros mensuales. -¡Vaya sueldazo!-. Está claro que con esta millonada solo se puede sobrevivir con mucha ayuda familiar, de vecinos u organizaciones. ¿Por qué a la vejez se sale a comprar los Reyes aunque no se disponga dinero? Aunque parezca difícil, esta pregunta tiene respuesta. «Las personas mayores tienen necesidad de afecto y el hecho de hacer regalos es una forma de intentar conquistar a los que quieren», explica el psicólogo Manuel Lage. Buscan la satisfacción de la contraprestación afectiva aunque para ello tengan que pasar necesidades. Este grupo de población hace verdaderos malabarismos financieros. «Lo lógico es que se sientan sobrecargados por las exigencias económicas a las que se ven sometidos», explica el profesional. Prácticamente todos los ancianos tienen cierto grado de obsesión con el dinero y los robos. Su inseguridad hacia el futuro va en aumento de manera proporcional a la edad. Este sentimiento de inestabilidad puede no tener motivo de ser en la mayoría de las ocasiones. Pero en otras sí. Trabajadores sociales de centros gallegos advierten que hay abuelos que llegan con la olla para que les sirvan el alimento. Lo hacen a escondidas. Se les reconoce como pobres vergonzantes y ellos también intentarán regalar en Navidad.

Uno de los anuncios más vistos en la televisión alemana e es el de un anciano que finge su muerte con el único objetivo de reunir a sus hijos en la cena del 24. A este hombre no le falta dinero.