«Cómo nos gusta pagar impuestos»

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

La Agencia Tributaria lanza una aventura gráfica con la que pretende concienciar a los más pequeños de la importancia de los tributos

13 oct 2015 . Actualizado a las 19:48 h.

Intentar escabullirse del pago del IVA en una factura es una escena cotidiana. Un pequeño fraude de un puñado de euros, pero que repetido hasta la saciedad supone una auténtica sangría para las arcas del Estado. Porque tiene lugar en todos los rincones del país y en todos los ámbitos económicos. Con traje y corbata, con la funda de obrero o con vaqueros. Porque se realiza a pequeña escala, como el importe de la reparación de un electrodoméstico cualquiera, pero también a mediana y gran escala, en donde sobran los ejemplos. Es una sangría porque se efectúa en todos los rincones del país. Además, se lleva realizando desde tiempos inmemoriales, hasta el punto de que intentar evadir el pago de impuestos no está del todo mal visto, incluso algunos piensan que el que elige el camino de la legalidad no es muy espabilado. Especialmente en España, país que sigue de cerca a Italia y Portugal en el ranking de los estados de Europa Occidental con mayor porcentaje de economía sumergida: un 18,6 % que, según el último informe de Randstad, suponen 190.000 millones de euros de los que Montoro no tiene constancia.

Desde la Agencia Tributaria están convencidos de que este problema hay que combatirlo desde la raíz, y para ello ha creado un videojuego didáctico con el que pretenden concienciar a los más pequeños de que los impuestos no deben ser percibidos como algo malo.

A través de la Generación T, una pandilla de cuatro amigos virtuales, desde el ministerio intentan mostrar a los más pequeños que muchos servicios de los que disfrutan «¡Parecen gratis, pero no lo son!».

La aventura arranca en el aula de un colegio cualquiera en la que un profesor avanza a sus alumnos de que durante la lección «hablarán de los impuestos». De inmediato recibe la desaprobación de un alumno, que le dice que ellos no tienen nada que ver. Que no les interesa lo más mínimo. Pero el profesor insiste, e intenta hacerles ver que si están en ese momento asistiendo «gratis» a clase, es gracias a los impuestos. Los protagonistas avanzan por distintos escenarios según van acertando las preguntas que se plantean en el juego, y en cada uno de ellos aprenden una nueva lección. En la biblioteca, en el parque -«cuando se rompe una portería o una papelera, se arreglan y no nos cuesta nada», dice un enérgico abuelo-, en el centro de día, en el parque de bomberos, en el hospital o en la estación de tren, en donde el anciano encaja una pregunta incómoda de su nieto: «Si las carreteras se pagan con dinero público, ¿por qué hay tantas autopistas de peaje?». En tren llegan a la tienda del pueblo, en donde los autores hacen hincapié en la importancia de exigir siempre una factura o un ticket de compra, para asegurarse de que se está contribuyendo y como garantía en caso de cualquier problema con la compra.

La herramienta puede consultarse a través del portal cívico de la Agencia Tributaria. Existen tres niveles en función de los cursos del alumno (5º y 6º de primaria, 1º y 2º de ESO o 3º y 4º de ESO). También cuenta con una versión para el profesorado. Además de en castellano, la aventura también está disponible en gallego, catalán y valenciano.