Al tiempo que negociaban con Damm, el grupo de principales acreedores financieros de Pescanova ha estado trabajando en su propio plan de salvación de la compañía, con intención de activarlo si fracasa el convenio y el juez abre la fase de liquidación.
Según el proyecto presentado a Deloitte, la estrategia de los bancos incluye un nuevo plan de viabilidad que requerirá la inyección de 115 millones de capital, en un reparto proporcional en función de los créditos pendientes de cada uno.
Según las cuentas de las cinco entidades que se harían con el control de Pescanova con un socio industrial pesquero vigués, si así lo requiere el juez, la quita que tendrán que asumir estará por debajo del 70 %, ya que su intención es recuperar un tercio del endeudamiento, es decir 1.000 millones (la deuda bancaria suma 3.000 millones).
Pero este plan no existirá oficialmente hasta que se produzca una resolución judicial que declare la apertura de la fase de liquidación, extremo al que se llegará en el caso de que la oferta de convenio no prospere.
La Ley Concursal establece que, a partir de ese momento, los administradores de la compañía, en este caso Deloitte, deberán elaborar un plan de liquidación ordenada, que habrán de presentar al juez en los 15 días siguientes. Es entonces cuando los bancos entrarían en acción a propuesta de Deloitte, si así lo considera el administrador.
Una operación con riesgos
La legislación protege que el grupo pesquero se liquide sin trocear. «Siempre que sea factible, deberá contemplar la enajenación unitaria del conjunto de los establecimientos, explotaciones y otras unidades productivas de bienes y servicios del concursado», reza la normativa. Expertos en legislación concursal explican que esta operación no está exenta de riesgos para los intereses de la propuesta que defienden las entidades financieras, ya que cabe la posibilidad de que, además del plan de salvación de los bancos, concurran al período de liquidación otros candidatos con una oferta mejor. La decisión quedaría en manos del administrador, que será el encargado de valorar las ofertas y adjudicar la compañía al mejor postor, aclaran esas mismas fuentes.