Aseguró que no cobrará nada porque no tenía blindaje
19 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«La administración concursal decidió dejar de abonarme mi sueldo como presidente ejecutivo de la sociedad, que ya no percibo desde hace dos meses, no habiendo percibido tampoco indemnización alguna por resolución de contrato ni derecho a Fogasa, desempleo, etcétera, al no tener cláusula de blindaje de ningún tipo, después de 37 años al servicio laboral de Pescanova». Tales afirmaciones forman parte de la carta de Manuel Fernández de Sousa en la que renuncia a su cargo. El que hasta hace dos días era presidente de Pescanova se la leyó al consejo de administración.
La decisión de Deloitte de dejarle sin sueldo se explica porque su llegada a la empresa supone el cese de Fernández de Sousa en su labor de presidente ejecutivo, función por la que se le abonaba el salario. «Es lógico, cuando dejas de ser ejecutivo también dejas de cobrar el sueldo, como cualquier empleado», explicaron fuentes cercanas a la empresa, que destacaron asimismo que el hecho de que el contrato del expresidente careciera de cláusula de blindaje -que le habría permitido cobrar una indemnización por la cuantía pactada en la misma- «demuestra» la enorme implicación y confianza que tenía en la empresa.
En cualquier caso, en la misma carta de dimisión también aseguraba que, pese a no cobrar, había continuado yendo a diario a la empresa para colaborar en lo que fuera preciso con los administradores concursales. Añadía, además, que renunciaba porque no quería ser «un obstáculo» en las negociaciones que Deloitte tendrá que mantener con la banca acreedora.
La reacción de la banca
Esta última, por su parte, acogió con satisfacción la salida del presidente, que había reclamado en repetidas ocasiones. «Era un ministro sin cartera. [Su salida] la dábamos por descontado, porque la crisis de confianza era enorme», señalaron fuentes financieras.