«Temos que negociar xuntos como produtores lácteos»

ECONOMÍA

10 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

José Antonio Casais aspira a trasplantar a Galicia el modelo danés. Los granjeros de allí montaron una cooperativa que vende 4 de cada 5 litros que se producen en el país. Cuando los ganaderos gallegos cobraban 28 céntimos, los de Dinamarca obtenían 38. De Francia se trajo el sistema de la diversificación. El anterior presidente de Feiraco tiene vacas, cerdos y ha montado una pequeña chacinería con la que ya llega a A Coruña y a Santiago. También es concejal, ha sido secretario comarcal de Unións Agrarias y ha corrido mundo en mercantes, antes de recalar durante un tiempo en Suiza, donde trabajó en la construcción.

Él se considera ganadero por encima de todo y, por eso, no ha parado de darle vueltas a la crisis del sector lácteo. Esta convencido de que los productores tendrían que hacer autocrítica. «Non se pode culpar sempre aos demais. Como en calquera negocio, temos que analizar as nosas debilidades e as nosas fortalezas», dice.

Las ventajas están ligadas al territorio. Considera que Galicia tiene el clima ideal para la producción de leche e instalaciones modélicas y modernas. El problema es el carácter del gallego, demasiado individualista y desconfiado para conseguir ventaja en la comercialización. Está seguro de que «temos que negociar xuntos, formar unha OPL [organización de productores lácteos] potente». Está seguro de que será muy difícil: «Cada un cre que leva a comer ao inspector e xa ten vantaxe sobre o veciño. Se lle dan medio céntimo máis xa está contento porque pensa que foi máis listo ca outro. Non lle importa que lle dean 10 céntimos menos que a un de Francia ou de Holanda».

Aunque el sector agropecuario es el tema favorito de este granjero de 55 años, José Antonio Casais habla de lo que sea y con quien sea. Lo mismo cuenta el conflicto libio-norteamericano que comenzó en 1982, que el terremoto de Argel de 1979. En ambos casos estuvo allí. De la miseria que vio por puertos de todo el mundo nació su conciencia socialista, pero lo que lo llevó a ser concejal fue su amistad con el alcalde, José Manuel Pequeño.

Si algo lo caracteriza es que ha conseguido sacar enseñanzas de cada lugar en el que ha estado y de cada momento que ha vivido. Reconoce que aprendió de actividad sindical con UGT y Unións Agrarias, y adquirió conocimientos sobre la forma en que se gestiona una empresa en Feiraco. Todo ello le ha servido para zafarse de la crisis láctea, aunque reconoce que está tocado. Lo que más le preocupa es la desaparición de las cuotas. Él, como otros muchos compañeros, aún está devolviendo el préstamo que solicitó para poder producir más. Hizo la última compra hace 10 años, cuando pensaba, como todos, que realizaba una inversión en patrimonio. Todo ese gasto se habrá diluido en el 2015. Para entonces «a situación será moito peor, porque non temos ningunha estrutura. O futuro do sector é bastante triste». Por eso se ha hecho charcutero.

EN Olveira (Dumbría) UN Sábado DE 12 a 14 horas