El Congreso convalida la reforma laboral, con bronca de PP y PSOE

natalia bore MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Emilio Naranjo

La izquierda criticó la norma y los sindicatos deciden hoy si hacen huelga

09 mar 2012 . Actualizado a las 10:41 h.

Con 197 votos a favor, 142 en contra y ni una sola abstención, el Congreso convalidó ayer el decreto de la reforma laboral, que ahora inicia su tramitación parlamentaria como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia, lo que apoyaron 338 votos frente a una única abstención, con la esperanza de todos los grupos de introducir enmiendas que «mejoren» en uno u otro sentido el texto.

CiU, UPN y FAC dieron su apoyo al PP para sacar adelante una norma contra la que todos los grupos de la izquierda cargaron con dureza, y que se aprobó en una sesión marcada por una durísima bronca dialéctica entre la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y la portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez.

Tanto es así, que el resto de los grupos acabaron afeando tal actitud y que, como la diputada de UPyD, Rosa Díez, pidieran un debate serio y no «una reyerta» o que, en el caso del portavoz del PNV, Emilio Olavarría, señalara que pretendía «adormecer» al auditorio, tras la intensidad del debate. El presidente de la Cámara, Jesús Posada, calificó la confrontación de «muy viva» y se vio obligada a intervenir en numerosas ocasiones para poner orden en un hemiciclo que jaleaba, abucheaba o aplaudía a una y otra portavoz.

La sesión, que se prolongó durante más de tres horas, la abrió la ministra de Empleo, que desgranó las virtudes de una reforma que volvió a calificar de «completa y equilibrada», además de alabada a nivel internacional -recibió el lunes la bendición de la OCDE- e insistió en que la norma estaba hecha con «diálogo social, permanente y hasta el final».

Báñez, que dejó claro que en ningún caso el texto es inconstitucional, como sostienen los sindicatos o el PSOE, concluyó su defensa instando a los grupos a apoyarla, «bien respaldando su convalidación o bien mejorándola» con enmiendas en el trámite parlamentario.

Pero tal petición de apoyo solo fue atendida por CiU -a cambio de obtener del Gobierno garantías para que la norma respete las competencias autonómicas en materia de políticas activas de empleo-, UPN y FAC, ya que el resto de las formaciones sacaron la artillería pesada.

La portavoz socialista, Soraya Rodríguez, calificó la reforma de «barbaridad económica» y aseguró que «abre la puerta al dumpin social» al querer ganar competitividad a costa de los trabajadores.

Un «ajuste de cuentas»

Rodríguez también afirmó que la reforma parecía «el ajuste de cuentas de la derecha más radical de este país contra los derechos sociales de los trabajadores», mientras que Báñez en su réplica acusó al PSOE de ser «una máquina de destrucción de puestos de trabajo» y les instó a «abandonar las movilizaciones y las pancartas» y ser leales.

Por su parte, hoy se reúnen los máximos órganos de dirección de CC.?OO. y UGT para decidir, ante el silencio del Gobierno a sus dos misivas reclamando diálogo, si convocan huelga general y, en caso afirmativo, cuándo.