El colegio Cluny de Vigo sale a subasta por 36 millones porque Karpin no pagó la hipoteca

E.?V. Pita VIGO/LA VOZ.

ECONOMÍA

El ex jugador y promotor esperará a la adjudicación para reclamar daños y perjuicios

26 may 2010 . Actualizado a las 11:34 h.

La céntrica manzana viguesa que ocupa el colegio Cluny, propiedad del ex jugador y empresario Valery Karpin, se subasta hoy, con un precio de salida de 36 millones, en el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Vigo, a las 12.30 horas. La promotora Inversiones Canaima, de la que es dueño Karpin, no ha podido pagar las cuotas del préstamo hipotecario y Caixanova presentó una demanda para la ejecución de la hipoteca.

El promotor ruso está a la espera de conocer hoy el precio de la adjudicación para iniciar una reclamación millonaria por daños y perjuicios contra el Concello de Vigo. Lo quiere demandar por el incumplimiento de un convenio que iba a recalificar el suelo dotacional como residencial. El Plan Xeral tumbó el convenio, por lo que la parcela sigue reservada a usos culturales y educativos y la subasta de hoy entierra el proyecto de crear una urbanización de 12.000 metros cuadrados en la Gran Vía, el corazón comercial de Vigo, que contaría con un centro comercial y viviendas de lujo.

«Al final, no pudo ser. Lo intentamos pero perdimos dinero». Así se expresaba ayer José Crespo, el administrador general de Karpin Inmobiliaria S.A. El promotor ruso adquirió Inversiones Canaima a un empresario ourensano que había cerrado un convenio con el ex alcalde Manuel Pérez para recalificar la parcela de 2.500 metros cuadrados y el colegio de cuatro plantas, que suman otros 3.435 metros cuadrados. La idea era reservar 4.000 metros cuadrados para usos municipales, pero no fue recogido en el plan urbanístico definitivo del 2008.

«Hubo un gran proyecto urbanístico, con un arquitecto de primera línea, íbamos a aunar esfuerzos, pero Caixanova se cansó de esperar y Karpin solo tenía recursos para varios años. Al final, no pudo pagar la hipoteca. Tiene derecho a reclamar daños y perjuicios», afirmaba ayer Crespo. Según sus cálculos, si alguien paga hoy en la puja los 36 millones de euros, Karpin ganaría dinero pues a él le costó nueve menos. Pero si queda desierto o se adjudica a la baja por 12 millones, las pérdidas serían astronómicas. En ese caso, el ex jugador celeste demandará al Concello por incumplimiento de las cláusulas del convenio.

Karpin sigue con su segundo proyecto en Vigo, la urbanización del Barrio do Cura, que califica de «oasis de servicios» para el degradado Casco Vello. Solo está pendiente del informe medioambiental de la Xunta para derribar un asilo. El ex jugador residirá hasta noviembre en Moscú, donde estudia para obtener el título de entrenador de la UEFA.