La inversión extranjera en Galicia cae al nivel más bajo de la década

ECONOMÍA

24 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La crisis económica ha acentuado un mal endémico de la economía gallega: su escasa capacidad para atraer inversión extranjera. Los últimos datos actualizados por el Ministerio de Industria, que cierran ya el ejercicio del 2008, revelan que el año pasado Galicia apenas captó 22,5 millones de euros en proyectos empresariales foráneos, lo que supone una tajada raquítica del total español (28.792 millones) y un peso del 0,07%, muy por debajo de lo que representa la comunidad en población y producto interior bruto en el conjunto de España. La cifra, menos de la mitad de la registrada en el 2007, es la más baja de la década.

A esto ha contribuido la crisis económica, pero también otros factores, como la competencia fiscal de Portugal (ha rebajado su impuesto de sociedades del 25% al 12,5%, por debajo del 30% español) y la falta de suelo industrial en las zonas más dinámicas de la autonomía, como los ejes de A Coruña, Vigo y Santiago. Desde la patronal gallega insisten en la denuncia que han efectuado en los últimos años sobre la lentitud en la provisión de suelo, lo que resta competitividad a la economía gallega. «Hay muchos polígonos en marcha, pero las oportunidades se pierden hasta que no estén listos, y así lo reflejan las estadísticas, cada vez más demoledoras», explican desde el empresariado gallego.

Un estudio encargado por la Consellería de Vivenda en el año 2006 situaba las necesidades de suelo industrial en Galicia en 35 millones de metros cuadrados. De esa cifra, dos tercios están en proyecto o en ejecución. La legislatura del bipartito ha servido para romper con el viejo modelo del PP de esparcir miniparques rurales para satisfacer el deseo de algunos alcaldes y para diseñar una nueva estrategia más ajustada a la demanda, pero el empresariado lamenta que no haya supuesto un avance considerable en la provisión de nuevas parcelas. Este déficit no solo ha limitado la captación de proyectos extranjeros sino que impide crecer a empresas gallegas muy competitivas y que se hallan instaladas en polígonos muy saturados. Es el caso de firmas como Urovesa, Castrosúa o Espina Obras Hidráulicas, cuyas instalaciones se encuentran en la capital gallega.

El dato actualizado por el Ministerio de Industria sobre inversión foránea coloca a Galicia por debajo de comunidades como Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla León y Castilla La Mancha. Es decir, que la autonomía gallega está siendo superada por comunidades de igual o menor riqueza.

Menos peso fuera

La crisis ha afectado también de lleno a un apartado en el que Galicia se ha comportado tradicionalmente mejor, que es el de las inversiones internacionales de las empresas gallegas. Estas ascendieron el pasado 2008 a 644 millones de euros, menos de la mitad de las registradas en el ejercicio anterior y una cifra que supone la más baja desde el 2004, tal y como reflejan los datos que facilita el Ministerio de Industria.

La expansión energética de Manuel Jove en Sudamérica o los proyectos de Pescanova en Nicaragua han contribuido a salvar parcialmente unas cifras que, según los expertos, siguen mostrando una escasa capacidad de la economía gallega para ganar mercados exteriores estratégicos para productos en los que Galicia se encuentra industrialmente más avanzada. El peso inversor de la comunidad gallega en los gigantes asiáticos, como China e India, fue en el 2008 raquítico y se situó en los ocho millones de euros. El bipartito aprobó el pasado verano con los agentes sociales un plan de competitividad para resolver, precisamente, cuestiones como esta. Está ahora por ver qué es lo que hace el nuevo Gobierno liderado por Feijoo con esta iniciativa.