El Banco Popular y La Caixa, ambos acreedores de los principales accionistas de Colonial (Luis Portillo y Nozar), explicaron ayer que estudian entrar en la inmobiliaria precisamente a través de los títulos que los dos empresarios les entregaron como garantía de los créditos con los que compraron sus participaciones. La dos entidades no quieren ver cómo la compañía se desvanece y analizan la manera de controlar Colonial desde dentro.
En sendos comunicados enviados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Popular y La Caixa subrayaron que han iniciado conversaciones con los accionistas de referencia de Colonial en un movimiento que califican de «habitual» en sus procesos de gestión del riesgo. La cuestión es que las acciones dadas en prenda por Portillo y Nozar valen cada vez menos y que las dos entidades se ven forzadas a venderlas para recuperar el dinero prestado. Pero si ambas ?-que atesoran cerca de un 15% de la inmobiliaria en títulos pignorados- sacan tal cantidad de papel al mercado, el valor de esos paquetes caería en picado.
Una deuda ingente
Aunque la caja y el banco subrayaron que aún no han tomado ninguna decisión al respecto, fuentes del mercado aseguran que los bancos acreedores de Portillo y Nozar ultiman una toma de control que permita garantizar la supervivencia de la empresa. Una forma controlada de reflotar la compañía y, al tiempo, de intentar que los títulos, que han perdido un 50% de su valor en lo que va de año, no terminen por desaparecer . La inmobiliaria, que creció de forma exponencial a golpe de talonario en los últimos dos años, acumula deudas por valor de 9.000 millones de euros.
La posibilidad de que ambas entidades acudan al rescate de la compañía fue muy bien acogida por los inversores. De hecho, las acciones de Colonial subieron ayer en la Bolsa un 5,43%.