El Concello mide la zona de A Carixa afectada antes de negociar la compra

P. V. LALÍN / LA VOZ

VILA DE CRUCES

miguel souto

Los dueños cifran la superficie total en algo más de 9.000 metros cuadrados

06 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Vila de Cruces recibió un escrito de los propietarios de los terrenos del área recreativa de A Carixa en su zona más clásica, enclavada entre el Deza, el Orza y las carreteras Merza-Fontao y Merza-Silleda en el que le instan a buscar una solución antes de que termine el convenio de cesión firmado en 1991 con un período de duración tres décadas que caduca en el año 2020.

Según las posibilidades que ofrece el convenio, la que interesa al Concello y, al parecer,también a los propietarios, es la de adquirir el terreno. El alcalde rechaza de entrada cualquier otra alternativa porque considera que lo más apropiado es que esos terrenos sean de titularidad municipal, de modo que pueda ser considerado por las administraciones a la hora de realizar petición de ayuda oficial o de apoyo a acciones en ese espacio, para lo que la titularidad es siempre requisito indispensable.

Suelo cedido y suelo particular

Uno de los capítulos que recogía el convenio de cesión es el derecho de retracto municipal al concederse a Cruces en el documento el derecho preferente de compra si el propietario decidiese la venta de la finca. El escrito remitido hace ya algún tiempo al Concello hace referencia expresa al terreno a negociar cifrando una superficie de algo más de nueve mil metros cuadrados, casi una hectárea.

Los nueve mil y pico metros cuadrados no es la superficie que consta en el convenio de cesión. Este documento recoge que la cesión afecta únicamente a 3.500 metros cuadrados de la denominada Zarra da Carixa. El resto es zona privada y vallada -donde se asienta la casa de estructura circular- y que se prolonga por la orilla del Deza en paralelo también con la carretera Merza-Silleda hasta O Arco da Carixa. Se negocia toda la superficie al ser un a parcela que no puede partirse. Precisamente, para conocer con exactitud de qué cantidad de suelo se trata antes de ponerse a negociar y para disponer de datos contrastados el alcalde encargó las pertinentes mediciones de ese espacio.

Con toda la documentación precedente en su poder será cuando el gobierno local proceda a negociar formalmente, más allá de los contactos previos que ya se produjeron.

Otero: «A idea é non ter que expropiar, chegar a un entendemento responsable»

El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, asegura que el asunto del fin del convenio de cesión del espacio del área recreativa de A Carixa se está llevando sin prisa pero también sin pausa dado que quedan dos años para que concluya la cesión. Dice el regidor que la idea municipal para hacerse con ese terreno como propiedad municipal «é sempre negociar. Que nos sentemos nunha mesa as partes, ver as posturas, que eu xa teño clara, e chegar a un entendemento responsable».

Asegura Otero que la idea municipal «antes de chegar a unha expropiación é conseguir un entendemento responsable e equilibrado considerando o entorno e as cuestións económicas, algo que esté adaptado ás posibilidades».

Suelo que no se puede segregar

Antes de sentarse a negociar el alcalde prepara el expediente y en esa línea se enmarca la solicitud realizada hace unos días a los técnicos municipales para que realicen un levantamiento topográfico para conocer con precisión las dimensiones totales de la parcela. Porque afecta «a toda a propidade, non soio a zona que está no convenio, que é menos da metade, porque trátase dunha parcela de cerca dunha hectárea que non se pode segregar».

De este modo, la negociación no se realizaría solo sobre la parcela cedida en convenio hace ya veintiocho años, que caduca, sino de toda la parcela lindante que esta vallada y que incluye una vivienda circular singular de uso particular actual de los propietarios.

Una nueva prórroga de uso municipal ya sería «mediante el pago de un canon o renta anual»

El documento firmado por el Concello y el titular de los terrenos que ocupan actualmente el área recreativa de A Carixa en el año 1991 deja claro la situación posterior al paso de los 30 años de cesión: «El Ayuntamiento de Vila de Cruces tendrá la facultad de optar entre continuar en el uso, si bien mediante pago de un canon o renta anual, o desistir de la finca».

El alcalde cruceño reconoció ayer la existencia de ese apartado señalando que «se non se chega a un acordo para mercalo habería que pagar». No obstante, señala que «somos da idea de que sexa propiedade da Administración e non de pagar polo uso. Terá que ser propiedade municipal para poder ter este espacio con todas as garantías de apoio oficial como esixen as administracións».

Opción de compra

Aunque el apartado anterior no citaba la opción de compra, esta referencia se hace en otro punto del documento cuando señala que «si el propietario decidiese vender la finca, el Ayuntamiento tendrá derecho preferente de compra». Se dan todas las circunstancias: Se acaba el convenio, el concello no quiere pagar un alquiler anual y prefiere adquirirlo y los propietarios quieren vender. Solo falta negociar.