La negativa del dueño del solar impide reparar el edificio que ardió en Silleda

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

miguel souto

La comunidad de propietarios estudia recurrir a la vía judicial

26 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Un pavoroso incendio hacía saltar todas las alarmas el pasado 17 de julio en Silleda. El fuego afectaba a un edificio de la calle Trasdeza, tras iniciarse en un solar adyacente. Quedó dañada toda la fachada lateral colindante con el terreno, además de algunos pisos en varias plantas. Más de dos meses después la comunidad de propietarios se siente impotente para acometer la reparación del inmueble ante la negativa del dueño de la parcela de permitir el acceso a su interior para colocar el andamiaje necesario y adecentar la fachada dañada.

Desde la comunidad de propietarios avanzaba ayer que están estudiando acudir a la vía legal y denunciar los hechos ante el Juzgado. Resaltaron que desde el primer día mantuvieron contactos con el dueño del solar donde surgió el fuego para recabar su autorización, pero más de dos meses después sigue sin llegar. Ni de forma verbal ni con avisos por escrito hubo una respuesta positiva, planteándose tan solo excusas y negativas.

La imposibilidad de reparar esa fachada, entre otros elementos alguna ventana afectada por el fuego, está dilatando a sus propietarios actuar en el interior de los pisos. Incluso en los últimos días de lluvia entró alguna de agua a viviendas. La situación impide por ejemplo que uno de los domicilios más dañados por el fuego, en la cuarta planta, todavía no haya vuelto a ser habitado. Las compañías de seguros ya evaluaron los desperfectos en todos los pisos afectados pero se descarta acometer las labores de reparación mientras no esté en condiciones la fachada.

Desde la comunidad de propietarios aluden además a que de nuevo la finca adyacente al inmueble de la calle Trasdeza presenta acumulación de maleza, mientras el muro de cierre está más deteriorado, considerando que pudo afectarle el incendio, con riesgo de que se pueda desmoronar. La cancilla de acceso, que estuvo siempre abierta, ahora cuenta con un candado para evitar que cualquiera pueda entrar en esa finca.

Las llamas habían derretido completamente la fachada lateral haciendo saltar los trozos de chapa. Muchos de esos pedazos se estrellaron contra el edifico de enfrente provocando algunos daños en su fachada. El piso más afectado fue el cuarto. Ardió una dependencia utilizada como lavadero y los electrodomésticos ubicados en ella, siendo también afectada una habitación y un baño, mientras que el resto de la vivienda presentaba daños por el fuego. En el primer piso, la afección de las llamas fue menor, pero también se quemó la habitación destinada a lavadero. En estos dos pisos, el fuego penetró a través de los tragaluces.