Cientos de coches colapsaron los talleres en Lalín desde primera hora

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

Rocío Ramos

El Concello encargó un estudio detallado para empezar a reparar con urgencia

06 jul 2019 . Actualizado a las 08:55 h.

Tras la tormenta del jueves, ayer desde primera hora los talleres registraban colas de clientes con coches dañados y que sumaban cientos de vehículos que presentaban las mismas afecciones: lunas rotas, o en el mejor de los casos solo estalladas por el impacto de las piedras de granizo, y con la chapa (capó y techo, sobre todo, cuajada de golpes). Con los cristales no había mucho problema porque a todos el seguro les cubría los desperfectos. Otra cosa eran los golpes de la carrocería que requerían arreglos de chapa y un pintado del vehículo, en muchos casos integral. Los que tenían el seguro a todo riesgo no había problemas y otros muchos eran conscientes de que se avecinaba «unha salsa considerable», como apuntaba algún cliente, o seguir circulando luciendo las abolladuras. Ayer alguna firma de reparación de lunas ya distribuía folletos por Lalín ofreciendo sus servicios «después de la tormenta». Por las dependencias de la Policía Local pasaron más de medio centenar de personas intentando, sin éxito, poner una denuncia por los daños sufridos por el granizo.

Zona catastrófica

En los talleres apuntaban la posibilidad de declarar Lalín como zona catastrófica para que los vecinos pudieran optar a algún tipo de ayudas para las reparaciones. Si en Lalín los talleres no daban abasto, muchos de los de los concellos limítrofes tampoco se podían quejar de trabajo, aunque apuntaban que los coches que llegaban con daños los habían sufrido en Lalín. De los vehículos aparcados en la calle pocos se libraron, incluyendo explanadas con decenas de turismos como es el caso del campo da feira vello. En Cristalbox, en Lalín, Ramón Soto explicaba que tampoco ellos se libraron de los daños. El granizo les dejó dañada una furgoneta y un coche recién matriculado y sin estrenar que estaba para entregar y que ahora tendrá que ser arreglado y pintado entero, después del estampado en tres dimensiones a lunares que le dejó el granizo en la chapa.

Limpieza y obras

Las brigadas municipales y los operarios de Protección Civil trabajaron ayer desde primera hora en la limpieza y retirada de los elementos dañados. Ya la noche del jueves, tras la revisión de los edificios municipales, el gobierno local encargó un informe detallado a los inspectores municipales para iniciar de forma urgente las reparaciones. La teniente alcalde se puso en contacto con los responsables provinciales de Educación para conocer la situación de los centros, pero no se detectaron problemas significativos. El edificio que sufrió más daños fue el de la UNED. En dos aulas se filtró agua. En una de ellas cayó parte del techo, al igual que ocurrió en la zona de la escalera de acceso a la segunda planta. En el auditorio municipal, en el espacio recién reparado, volvió a entrar agua en una de las aulas y se inundaron dos zonas de almacén.

En la escuela infantil del Pontiñas se registraron filtraciones en dos aulas que se secaron a primera hora de la mañana. Las roturas en el lucernario del Museo no provocaron daños en ninguna obra y en las del de la Praza de Abastos entró agua pero en poca cantidad. La inundación que sufrió una pequeña parte de los dos pabellones y de la zona del gimnasio no impidió que se alojasen allí medio centenar de chavales de Extremadura y no hizo falta finalmente optar por otras alternativas de alojamiento que ya estaban preparadas.

Un registro municipal para comunicar los destrozos sufridos

El Concello de Lalín abrió en la mañana de ayer un registro para que los vecinos que lo deseen puedan comunicar los daños o las afecciones sufridas en bienes inmuebles. Es decir, en casas, granjas y edificaciones y construcciones en general. El objetivo es, apuntan desde el gobierno local, poder tener un diagnóstico de los daños causados por el granizo en la tarde del día 5. A los vecinos se les pide, que en lo posible, acompañen esa comunicación con fotografías de los daños.

En las galerías Colón, ayer ya estaban reparando las uralitas que quedaron como un verdadero colador y con grandes desperfectos que asombraron a los operarios que las retiraron. Aunque fue en Lalín, donde la granizada cayó con más fuerza, también algunos vehículos resultaron tocados en Silleda. Allí también quedaron agujereadas las chapas viejas de la pista de pádel. Las nuevas, que habían sido cambiadas el pasado invierno, resistieron. Las oficinas de seguros también registraron numerosas consultas.