En las redes sociales se anunciaba ayer el 20 aniversario del parque de Bomberos intercomarcal, pero resultó no ser así, aunque la confusión hizo que estos profesionales recibieran alguna llamada de felicitación. Un no cumpleaños como aquellas fiestas de Alicia en El País de las Maravillas, que tuvo también su aquel. El gerente, Juan José Muñoz, fechaba el arranque del parque el 19 de abril de 1999. Lo hacía con quince bomberos y la plantilla llegó a tener hasta hace nada 20 efectivos, que se quedaron en 19 con el traslado de un compañero a Lugo. Desde esa fecha y durante los poco más de 21 años transcurridos se realizaron hasta ayer 6.690 salidas. En las semanas de confinamiento los servicios cayeron en picado al haber menos desplazamientos y actividad. La actuación más grave fue la atención a un accidente de tráfico en Rodeiro, con la excarcelación del cuerpo sin vida del conductor que fallecía tras chocar con un jabalí. Muñoz estuvo al frente del parque a lo largo de toda su historia menos un largo paréntesis entre el 2009 y el 2017 en los que pidió la excedencia para prestar servicio en Axega.
En estos momentos los bomberos trabajan en cinco turnos, dos de cuatro personas y tres de tres. Echa en falta disponer de cabos y «tener algo más de plantilla porque lo ideal sería tener cuatro o cinco personas por turno. En un año se jubilan dos compañeros que llegarán a los 60 años y al año siguiente lo hará otro por edad». La idea es, dice, reponer las plazas pendientes una vez se den las dos primeras «porque no merece la pena reponer ahora una teniendo esas jubilaciones próximas», dado que los procesos de convocatoria son arduos. La media de edad actual de los bomberos está en los 50-52 años, dice. En unos dos, tres años, también tendrán que empezar a reponer vehículos. «Aunque están bien cuidados, tenemos uno de diez años y tres de 24 años porque se compraron antes de abrir el parque y en un tiempo hay que ir empezando a renovar», señala.