Ceremonia chamánica para las bodas de plata de Sali y Alfonso

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Adrian Freiria

Esta pareja lalinense quiso celebrar así su amor y la vida

26 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Sali Castro Ramos y Alfonso Ferreiro Costa celebraron ayer en el restaurante Casa Pablo de A Goleta sus bodas de plata. Allí congregaron a familiares y amigos que asistieron a una ceremonia chamánica celta oficiada por Carmen Carballude con la que quisieron celebrar su amor y la vida. Esta pareja de la parroquia lalinense de Palio buscaba, apunta Carballude, «algo diferente e nada convencional».

La puesta en escena fue una sorpresa para todos. «Só o sabían os noivos e o padriño», asegura. Este papel le correspondió a Brais, hijo de ambos, que fue el encargado de conducir a su madre hasta el altar. Ejerció de madrina, la ahijada del matrimonio: Celia Vidueiros Castro y el hermano de esta, Alberto, hizo las veces de elfo con la misión de portar en una caja los anillos que intercambiaron los novios.

El fuego y el agua purificadora fueron algunos de los elementos de la ceremonia a la que la novia llegó con «unha lúa de flores» en sustitución del clásico ramo. Brais agradeció a sus padres los valores que le inculcaron y su ayuda «como compañeiros de vida». Carballude tuvo palabras para los padres de Alfonso: Alicia Costa Matos y José Luis Ferreiro Loimil, presentes en la ceremonia, y un recuerdo para los progenitores de Sali, ya fallecidos, Celsa Ramos Rozas y Ramón Castro Leiro.

Carmen, que realiza psicoterapia y osteopatía, explicó que los novios son clientes de su consulta en Lalín y quisieron «celebrar a vida. Eu predicaba iso e quixeron que oficiara eu». La ceremonia invitaba a una conexión con la naturaleza, con la tierra, el agua y el fuego. Los invitados participaron de forma directa trasladando sus deseos a la pareja.

El único elemento clásico que la marcha nupcial que sonó a la entrada de Sali al salón. Tras la comida, a última hora de la tarde continuaban las sorpresas para la pareja en una boda destinada a tocar las emociones ya abrir los corazones.

Parte del ritual fue también un reparto de semillas que la pareja tiene el encargo de sembrar para que se hagan realidad los deseos. Seguro que ni Alfonso, Sali y la familia y amigos de ambos olvidarán estas bodas de plata que unió ritos chamánicos con los celtas y que bebe de los orígenes de nuestros ancestros.