El lalinense que supo modernizar el futbolín

o. p. LALÍN / LA VOZ

LALÍN

E CUIÑA

José Presas actualizó el juego con un atractivo diseño y nuevos materiales en 1988, para competir con los videojuegos en boga

08 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Si el futbolín español debe su paternidad al fisterrán Alejandro Campos, también está en deuda con un lalinense, José Presas. Cuatro años después de fundar Recreativos Presas en la capital dezana, decidió en 1988 diseñar un moderno campo que pusiera freno a unos videojuegos que habían comenzando la década arrasando: «Rompía con todo, en blanco, sin engrase, con muñecos fabricados en inyección que no machacaban sus pies». Un año después introdujo la luz propia en cada máquina, y con ello llegaron a los oscuros pubs de los 90: era el resurgir del futbolín. Eso, y un cajetín que por 100 pesetas permitía jugar dos partidas, y rentabilizar máquinas que antes costaban 25 por partida.

Hoy, con barras de carbono, wifi y control de marcador por ordenador, fabrica en torno a 800 unidades anuales. Lejos de las 4.000 del boom de los 90. E impulsa el Campeonato Nacional que reunió este fin de semana en Lalín a más de 400 jugadores ?en modalidad parado y movimiento?, así como una Liga Nacional de Futbolín que organizan desde hace 23 años, y que no precisa VAR para designar campeones.