La avenida Bos Aires cambia su denominación. Será en su primer tramo, el que va desde la intersección de la calle con Pintor Laxeiro y Molinera y llega hasta el entronque con las avenidas da Estación y Luis González Taboada. Ocupará los números 1 al 69, y del 2 al 68 en el otro margen, y se llamará rúa Cacharela.
Una calle corta sobre el terreno. Una calle corta sobre el plano. Pero la calle más larga de Lalín en cuanto a su denominación. Porque el nombre oficial que indicó ayer el Concello es «Rúa Cacharela, adicada á cidade de Bos Aires». Así consta en el decreto firmado el viernes por el alcalde, Rafael Cuíña. Explican desde el gobierno que «desta maneira non só se asumen as conclusións da comisión do rueiro ?creada por acordo plenario en outubro de 2015? senón que tamén se asumen as recomendacións dos organismos especialistas na materia que propoñen que, no caso de que se recupere o nome tradicional dalgunha vía bautizada previamente cun nome honorífico, poidan coexistir ambos na rotulación».
Así que al gobierno le queda sobre el papel la calle más larga de todo Lalín. Una hazaña que no era fácil, después de que el anterior equipo municipal sumase al callejero de la capital dezana la nada desdeñable rúa Memorias dun Neno Labrego, que se aleja de todas las sílabas que incluye la Cacharela si se le suma también el apellido.
El cambio de nombre llega por decreto. El alcalde lalinense, Rafael Cuíña, lo firmó el viernes «en función das competencias exclusivas que lle outorga a lei e en consenso co resto de integrantes do goberno municipal». El acuerdo de los diez ediles se comunicará al pleno municipal en la primera sesión que se celebre, para que los 21 concejales que integran la corporación lo conozcan.
También se informará en el pleno de la voluntad del alcalde de «exercer a súa competencia neste eido para outorgar e poñerlle nome ás rúas, prazas e demais espazos públicos de Lalín que teñen efectos administrativos, ademais de honorífico e distintivo, e que proceda a clarificar ou modificar, se así o estima, o Regulamento de Honras e Distincións». El gobierno concluye que, cuando exista consenso para la denominación de calles, y aún siendo competencia del alcalde, la decisión se llevará al pleno para su aprobación. De lo contrario, como en la rúa Cacharela: por decreto. Del que se informa ya al INE, al servicio municipal del padrón y la AED, para dar a conocer el nuevo nombre.