Acento ourensano en el cocido de Lalín

LALÍN

Santi M. Amil

14 ene 2015 . Actualizado a las 11:44 h.

La ourensana Elena Crespos Fernández recibirá el 6 de febrero un reconocimiento por su trayectoria ante los fogones. Fundadora junto a su marido del restaurante Cuatro Caminos de Santa Cruz de Arrabaldo, Crespos acudirá a la Gala del Cocido de Lalín para participar en los premios Gastronomía de Galicia, en donde recogerá el galardón Toda una vida correspondiente a la provincia de Ourense. Aprendió junto a su madre a cocinar, aunque fueron sus cuñados, con experiencia, los que le enseñaron los secretos del servicio en un restaurante. Se casó y en el bajo de su casa construyó la casa de comidas. De eso hace más de cuarenta años. «Estabamos eu e o meu marido. Eu á mañá facía as cousas da casa, acomodaba o gando e servía no restaurante. Traballabamos na casa e no bar», explica. Eso era al principio. El plan de accesos a Galicia de los años 70 empezó a llenar el restaurante de trabajadores y Elena Crespos se dedicó completamente al Cuatro Caminos. «Eu preparaba riles para pinchos e á xente gustábanlle moito. Tiñan moita fama. Eu cociñei sempre caseiro. Os reis da cociña eran para min o allo, a cebola, o pirixel e o loureiro. E nada máis. E boa materia prima», subraya. Con el tiempo se unieron la ternera y el cordero asado, además del cocido. «Decían que era o mellor que comeran», ríe. Hubo varios cambios durante su trayectoria profesional, sobre todo cuando sus hijas, Rita y Elena, decidieron tomar las riendas. «Meu fillo maior cociña moi ben, pero só para a súa familia e amigos», dice. Elena Crespos recuerda cuando trabajaba desde las seis de la mañana a las dos de la madrugada: «O principio eu era cociñeira, camareira e fregona». Hace tiempo que no cocina, pero sigue apostando por lo tradicional. «Eu cando vexo esas trapalladas na televisión penso: ¡Un home que traballa que vai a comer con iso! ¡Tanto prato, tanto merengue! Que poñan unha costeleta en condicións ou un bocata de cocido con verdura ou chourizo da casa....». Sus hijas se formaron junto a ella y una acudió a la escuela de hostelería de Vilamarín. «Ó principio aconselláballes en cousas da cociña, pero agora non, aínda que de vez en cando miro algo. Pero non me meto». Elena Crespos no pisa ya la cocina de Cuatro Caminos, aunque sí sigue cocinando en casa. «Necesitaba descanso. Traballei moito. Madrugaba para facer todo con xeito e con cariño». Sobre el premio, bromea «Polo menos que me deran a pota de ouro», como a Ronaldo.