La Mancomunidad suma un nuevo despropósito por falta de asistencia

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

No se pudo aprobar la marcha de Agolada que necesitaba mayoría absoluta, lo que obligó de rebote a retirar la aprobación del presupuesto

16 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La Mancomunidade de Deza protagonizó ayer un nuevo despropósito en una sesión que quedó prácticamente en tablas, con la mayoría de los asuntos imposibles de debatir y retirados adelgazando hasta dejar en un solo punto un orden del día, ya de por sí muy escueta y de mero trámite. La causa fue la ausencia de más de la mitad de los miembros que conforman el pleno y que dejaron la asistencia en 11 de los 23 convocados. No acudió ningún representante ni del PSOE ni de Compromiso por Lalín. Fueron nueve del PP y dos del BNG: los portavoces de Lalín, Francisco Vilariño y el de Vila de Cruces, Álex Fiúza.

El único punto del orden del día que salió adelante fue el primero que contó con los votos a favor de los populares y Xuntos y la abstención del BNG. Fue la aprobación del expediente para la compra de una máquina excavadora para la que se fija un presupuesto máximo de licitación de 56.870 euros. La Xunta concedió a la entidad supramunicipal una subvención para la adquisición de esta maquinaria. La reposición se argumenta en la antigüedad de la actual que deriva en importantes gastos continuos de reparaciones.

El segundo punto era la aprobación de la marcha voluntaria del Concello de Agolada que exigía contar con mayoría absoluta de los miembros del pleno, pero dada la falta de quorum no fue posible someterlo a votación quedando sobre la mesa. La falta de miembros del pleno hizo que no pudiese formalizarse la marcha de este Concello. El grupo de gobierno de Agolada tomó en solitario la decisión de abandonar la entidad supramunicipal y lo aprobó en pleno el 4 de agosto del 2021. De momento tendrán que seguir esperando a hacer realidad esa marcha.

La imposibilidad de poder aprobar este punto, hizo que de rebote, tampoco se pudiera someter a votación la aprobación del presupuesto. Para hacerlo, llegaba con mayoría simple, pero el problema era otro.

El presupuesto del 2022 se elaboró teniendo en cuenta un nuevo reparto entre los concellos con la mancomunidad sin Agolada. Al no poderse votar su marcha, Agolada sigue atada a la Mancomunidad y el presupuesto es impugnable. Fue el BNG quien advirtió al pleno de esta situación y, desde el PP, el portavoz cruceño, Jesús Otero le dio la razón. Fuera del orden del día iba a pleno una modificación de los estatutos que perseguía quitar las competencias al pleno para dársela a los alcaldes. Algo que ya no se llegó a debatir. El BNG acabó abandonando la sala.

Ratificación de Vilariño

Al inicio de la reunión, el presidente de la Mancomunidade y alcalde de Cruces, Luis Taboada, quiso hablar con Vilariño, pidiéndole que retirara los improperios que le dirigió en un pleno anterior amenazando con verse las caras, se supone que en el juzgado, y que constaban en acta. Vilariño se negó ratificándose en los calificativos, especialmente en el de «alcalde usurpador» recordando el incumplimiento del acuerdo con el BNG para dejar a los nacionalistas la alcaldía de Vila de Cruces.

El BNG pide la dimisión de Taboada por dar la puntilla a la entidad

Vilariño calificó de «total despropósito» y «un escándalo» este nuevo «vergoñento» episodio de la Mancomunidad que supera, cree, todos los esperpentos anteriores. Pidió la dimisión de Taboada acusándolo de «levar á Mancomunidade a absoluta desaparición e por en serio risco os postos de traballo» quejándose de que ni consigue que le vayan a los plenos «nin os alcaldes».

Tras el pleno, Otero apuntaba falta de control y acusaba a Taboada de usar las máquinas «para cacicadas», señalando que «agora están tres meses en Cruces, en vez de 15 días», aunque le alegre que estén más tiempo en Cruces.