«El Brujo» ficha por el C. D. Estradense por sexta temporada y abre una nueva clínica en la que la acupuntura será la base de todos los tratamientos
07 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Al estradense Jorge Freitas Vicente le han puesto el sobrenombre de El Brujo. Por él lo conocen, sobre todo, los jugadores del CD Estradense, con el que lleva trabajando cinco temporadas como acupuntor y con el que acaba de renovar para la próxima. Muchos de los futbolistas desconocen los fundamentos de la acupuntura, pero han probado en sus propias carnes los beneficios de las agujas. Por eso le han puesto a Jorge el apodo que le han puesto. A él no le molesta. Se considera afortunado por la confianza depositada en él y en su pasión por esta medicina alternativa de origen oriental.
«Cada vez la gente tiene la mente más abierta. En los hospitales de Montecelo y Santiago ya se trabaja con acupuntura. Los beneficios están ahí y los resultados y el boca a boca están ayudando al auge de la acupuntura», explica Jorge Freitas. «Se debería apostar no solo por la acupuntura, sino abrir la mente a todo el conocimiento y juntar y aprovechar todo lo que se conoce respecto a la salud», cuenta.
Freitas llegó a la acupuntura a través de la fisioterapia. Al terminar el instituto se fue a Madrid a estudiarla. Ejerció como fisioterapeuta un par de años en el Balneario de Cuntis y después se fue a Francia, donde trabajó una temporada en el hospital público de Decazeville, en la provincia de Rodez. «Buscaba ampliar conocimientos y nuevas experiencias. Quería ver qué se movía fuera de España. Me sentí muy valorado y arropado. Muy bien tratado», recuerda Freitas.
De regreso a España montó su propia clínica en A Estrada y fue metiéndose cada vez más en el mundo de la acupuntura. Su primer contacto con ella llegó hace doce años de la mano del cuntiense Roberto Caeiro. Posteriormente, la formación continuó con otros especialistas, como Carlos Brage, médico del Racing de Ferrol y director en Galicia del Centro de Enseñanzas de la Medicina Tradicional Chima (Cemetc). Posgrados con especialistas de Estados Unidos, Alemania, Japón, China, Vietnam, Madrid, Barcelona o Cantabria le permitieron seguir buceando en un océano de conocimiento. «Descubrí nuevas acupunturas. Aquí por acupuntura suele entenderse la medicina tradicional china. Pero eso es solo un granito de todo lo que existe en ese campo», dice Jorge.
Según explica, existen dos modelos de medicina. Uno es el modelo germinal de Louis Pasteur, que es el que sigue la sanidad pública e invita a protegerse de lo patógeno. «El que yo sigo es el modelo biológico de Claude Bernard, que establece que para prevenir las enfermedades infecciosas debemos fortalecer el cuerpo. La enfermedad es consecuencia de que nuestro cuerpo, mente y espíritu no están en coherencia. Hablo de algo físico, pero también de emociones, de relaciones sociales...», dice Freitas. «Es un modelo que tiene en cuenta la alimentación, las redes sociales, el ejercicio físico, la respiración o las emociones», añade. «La acupuntura nos ayuda a reequilibrar la salud, busca la salud global y la fórmula para mantenerla en el tiempo», comenta el estradense.
En las filas del Estradense, Jorge trabaja codo a codo con otro fisioterapeuta. «Yo aporto una visión holística. No solo hay que tratar la lesión en sí. El terreno lo es todo. Hay que ir más allá», comenta.
Acelerar la recuperación
Según asegura, la acupuntura tiene efectos decisivos en el tratamiento de las lesiones. «Acelera el proceso de recuperación para poder volver lo antes posible a la actividad. Hay algunas molestias que están ahí y que pueden desaparecer en cinco minutos. Esa sensación de molestia influye mucho a nivel mental. A veces algún jugador entra en la sala de fisio con dolor y se levanta de la camilla sin él. Por eso en el Estradense me llaman El Brujo», explica Jorge Freitas.
«La mayoría de la gente llega a mí rebotada de otros tratamientos y con dolor crónico»
Fuera del terreno deportivo, el estradense ha tratado en su clínica a pacientes con problemas de todo tipo, desde esguinces o tendinitis hasta lumbalgias o cervicalgias. «La mayoría de la gente llega a la acupuntura rebotada de otros tratamientos. La mayoría son pacientes crónicos que llegan buscando una solución y suelen encontrarla. Les das esperanzas y certezas de que el dolor se puede ir, de que se puede vivir sin dolor», cuenta Freitas. «Nunca se puede calcular de entrada el número de sesiones que se necesitan para mejorar. La acupuntura acelera la recuperación, pero todo depende del terreno, de las emociones, lo que haya bloqueado, lo que el paciente se cuide en adelante...», explica.
Según apunta, el ejercicio físico es el gran olvidado de los pacientes. En la alimentación también suelen patinar. «Abusamos de los alimentos ácidos e inflamatorios», explica. «También es clave dedicarnos tiempo a nosotros mismos para conocernos mejor, a través de la meditación o simplemente de no hacer nada. ¿Qué pasa por nuestra mente cuando no estamos haciendo nada? ¿Has probado alguna vez a escucharte? ¿Qué tipo de pensamientos aparecen? ¿Como influyen esos pensamientos en tu salud?», plantea.
Freitas abrirá esta semana una nueva clínica —en el número 3 de la calle Baiuca— al tiempo que sigue preparándose. Ahora se está introduciendo en el mundo de las emociones y en el plano mental. «Las emociones bloqueadas en el tiempo pueden derivar en dolores y enfermedades», advierte.