Un atlas visual sin orden ni concierto aparente

Javier Benito
Javier Benito LALÍN / LA VOZ

DEZA

Cedida

El Museo do Pobo Galego acoge la exposición «Os Papeis da NEG», con el lalinense Misha Bies Golas

06 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La amalgama de piezas, de variopintas formas, técnicas y autores, cubriendo paredes y estanterías, semeja un antiguo almacén de buhonero. Eso sí, de un chamarilero amante del arte en sus múltiples expresiones. La realidad detrás de esta interpretación surrealista comenzó a gestarse en el 2018 con el intercambio de archivos, imágenes y objetos de naturaleza dispar a cuatro manos, entre el artista lalinense Misha Bies Golas y el alaricano Jorge Varela. Un trasvase de caudales creativos que les llevó a fundar el colectivo Nova Escultura Galega (NEG), al que se incorporaban en el 2021 Diego Vites y Alejandra Pombo.

Debutaban el pasado año con una exposición en el Centro Internacional das Artes José de Guimarães en tierras lusas con la exposición Os papéis da NEG. Projeto Colosso —su nombre en portugués—, buena parte de las obras conforman ahora una nueva propuesta abierta en el Museo do Pobo Galego en Santiago. Cambia el espacio, más alargado, cambia la disposición de la piezas, ahora las estanterías repletas de objetos escultóricos delante y, en la parte, final el coloso de Diego Vites que replica la escultura antropomórfica de dimensiones ciclópeas que vertebra la exposición. «Está conformada por tres piezas unidas, como el propio coloso portugués, al que se llegó tras conocer Diego la recreación de monumentos de la ciudad portuguesa que pasean en carrozas y colocan en una plaza los artesanos de Guimarães», explica Misha Bies Golas.

La exposición en Guimarães generó gran expectación durante todo el 2021, a pesar de la pandemia, que a su vez motivó que se postergase su cierre. Incluso se elaboró un libro que recoge la multiplicidad de elementos que la conformaban, junto con artículos de expertos, entre ellos el comisario de la muestra, el lalinense Ángel Calvo Ulloa. En esta segunda parte en Santiago ya no está al frente, con el grueso de los objetos repitiendo presencia, aunque se retiraron obras de algunos autores y se incorporaron de otros. Estará abierta en prinpcipio hasta el día 8 de septiembre.

Una exposición que, como remarca el artista de Lalín, «trata de construir un relato a medio camino entre la historia y el deseo de ordenar los archivos que fuimos intercambiando más allá de lo visual, dando protagonismo al azar del hallazgo». Así se conforma una propuesta para el espectador con una estructura temporal no lineal de objetos de los propios integrantes de NEG pero también de otros cedidos, en lo que han bautizado como Os nexos de San Vito, por las configuraciones de las distintas colecciones expuestas sin un orden o concierto aparente. Colectiva con múltiples nombres, que tiene como aderezo la pieza del coloso y otras que giran a su alrededor.

La génesis, un intercambio de archivos

Misha Bies Golas argumenta que detrás de ese intercambio de archivos, de esa correspondencia bidireccional con Jorge Varela, ambos buscaban establecer una conversación sobre su idea de escultura. Un proceso donde cabían objetos y material de distinta naturaleza, sin ideas preconcebidas. Una extraña colección, como reconoce el propio artista lalinense, que generaba una identidad propia según crecía y que les llevó a concebirsu exhibición, con esos intereses comunes como premisa aunque no tuvieran un fin concreto.

Tocó en ese proceso de gestación revisar toda la documentación conseguida de forma compulsiva para constatar que el primer archivo intercambiado fue un primer plano de las herramientas de un cantero atornilladas a una peana en un museo etnográfico. Decidieron que fuese imagen fundacional de NEG, piedra clave y matriz del colectivo, con la problemática del origen de las tradiciones, entre ellas la escultórica, y la relación que establecían con el pasado desde un punto de partida inutilizado.

En torno a doscientas piezas conforman la exposición abierta en la capital compostelana, con creaciones o colecciones propias de los integrantes de NEG pero también con una mayoría de obras cedidas. Misha destaca por ejemplo una madera de Ignacio Basallo de los años 80 o fondos de la colección MICA de Vigo, junto a un príapo de Cándido Caneiro. Hay una nutrida representación de artistas pero también de personas anónimas. De Alberto Sánchez a Chelo Matesanz, Damián Ucieda o Elena Colmeiro; de Leka Mendes o Pedro G. Romero a Xesús Costa, Xoán Torres o Ángel Cerviño; de Arturo Baltar a Jorge Lourenço, Carlos Nunes o Emilio Araúxo tienen acomodo en esa colectiva donde campa con protagonismo propio el coloso, que recrea esa escultura descubierta en 1876 y que generó múltiples estudios y referencias en Galicia.

Un políptico con acompañamiento musical dezano

Santiago destaca estos días por partida doble si nos referimos a Misha Bies Golas. En el Auditorio de Galicia se inauguraba el pasado 28 de junio la exposición Sons improobábeis, comisariada por Iñaki Martínez Antelo. Una colectiva donde figura un políptico del artista lalinense, que además inspiró doce piezas musicales para flauta, clarinete, tuba y vibráfono compuestas por el también dezano Benxamín Otero. Fueron interpretadas en la apertura de la muestra por Antonio Taboada, José Luis Taboada, Pablo Doval y José Manuel Taboada, músicos del Conservatorio de Lalín.

«Iñaki conocía mi pieza, porque le había hablado de ella cuando organizó Mirar o son y ahora para la segunda parte de esa exposición me llamó», explicaba Misha Bies Golas. Una obra expuesta ya en una individual en la galería Sargadelos de Santiago en el 2006, con texto de Manolo Figueiras. Pertenece a una serie sobre patrones, que Benxamín Otero decidió leer e interpretar musicalmente. Incluso se grabó un vídeo en plano fijo por Carlos y Alberto Quintá un poco después. Desde entonces quedó todo en un cajón, ahora recuperado con una actuación que gustó mucho al público en la capital compostelana y que podría incluso llevarles a organizar una presentación en Lalín.

Otra opción manejada en su día pero que requiere conseguir financiación sería editar el material musical, junto con la reproducción del políptico y otro material gráfico. Una pieza a la que Misha Bies Golas tiene especial cariño dentro de sus series de patrones y collages.