Talento de Silleda en el equipo del Ciqus que crea la vacuna del covid

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca LALÍN / LA VOZ

DEZA

cedida

La investigadora Natalia Barreiro, con familia paterna en Xestoso, trabaja desde hace más de siete años en el laboratorio de la USC que inició este proyecto el pasado abril

16 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Poco podría imaginar Natalia Barreiro Piñeiro cuando jugaba en casa de sus abuelos paternos en Xestoso (Silleda) la pandemia que acabaríamos viviendo, y que su trabajo como investigadora trataría de ponerle fin. Siempre tuvo clara su vocación por la Biología, y fue la carrera que cursó en la Universidade de Santiago. Posteriormente hizo un máster en investigación biomédica, también en la universidad compostelana, realizando el trabajo de fin de máster con José Martínez Costas, del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares de la USC (Ciqus): «Eu xa sabía que me atraía o laboratorio, pero efectivamente vin que me gustaba moitísimo e quedeime a facer a tese alí». Una tesis que leyó en el año 2018, momento a partir del cual continuó como investigadora posdoctoral.

Son más de siete años los que Natalia Barreiro lleva en el Ciqus, donde participa en el grupo de virología molecular que dirige Martínez Costas y que investiga una vacuna contra el covid-19: «É bastante diferente ás que se están facendo, porque estámola realizando cun sistema que está desenvolvido e patentado polo noso laboratorio, no que basicamente usamos células tanto eucariotas como de bacterias para facer unhas microesferas de proteína, nas que podemos introducir a proteína que nós queiramos». Cuando esas esferas se cargan con antígenos víricos, funcionan como vacunas.

Es la línea que sigue el Ciqus en su novedosa vacuna contra el coronavirus: «O noso sistema vimos que tiña bastante potencial para distintas aplicacións, un deles era desenvolver vacinas», explica Barreiro. Y en el marco de colaboración que mantienen en los últimos años con el grupo madrileño que dirige Javier Ortego (CISA-INIA) experimentaron una vacuna contra el virus de la lengua azul, con resultados satisfactorios en ratones, y también contra la peste equina africana. También lo aplican a una vacuna contra la fiebre del valle del Rift, y desde el pasado abril se centran en desarrollar su vacuna contra el coronavirus por este medio. Natalia Barreiro señala que está «moi contenta de traballar nunha vacina contra o covid, e orgullosísima de que sexa un sistema que teña potencial e que se poida usar para algo así, é marabilloso», señala.

Premios a la investigación

El trabajo que desarrolla su equipo no ha pasado inadvertido a nivel internacional. El pasado junio la Comisión Europea les concedía financiación para la búsqueda de la vacuna frente al coronavirus, trabajo iniciado a principios de abril al amparo del Instituto de Salud Carlos III. Fondos europeos para realizar pruebas preclínicas en animales de experimentación, que si arrojan resultados satisfactorios, permitirán llegar a la fase clínica de ensayos en humanos. También se sumó financiación del Santander y Urovesa, entre otras, y el premio que les fue concedido a finales del pasado año por Zendal.

El ensayo de la fórmula en animales acaba de comenzar en Alemania

Natalia Barreiro señala que comienzan ya las pruebas de la vacuna en Alemania en el Helmholtz Centre for Infection? en ratones, y en un plazo de un mes o mes y medio esperan tener los resultados. Si son positivos, se probará en macacos, pero indica que no es posible dar una fecha en que, si todo va bien, la vacuna gallega pueda estar disponible para la población: «Aínda teríamos que escalar a produción a nivel industrial. Estamos en fases moi tempranas», concluye. Por su parte, el profesor Martínez Costas explicó en su día cómo funciona la vacuna, haciendo que células de cualquier origen fabriquen microesferas e introduzcan en ellas los antígenos víricos. Esas partículas tienen capacidad para estimular al sistema inmune, de ahí la idoneidad de esta vacuna frente a un coronavirus que afecta más a personas de edad avanzada cuyo sistema inmune suele estar más debilitado, indicaba el profesor.