La foto menos típica del Entroido

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

cedida

El estradense Tono Arias lleva catorce años documentando la tradición entroideira gallega y plasmándola en estampas inéditas y simbólicas

16 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Tono Arias nació en Ducío (Allariz). Cuando era niño, el Entroido le ponía mucho respeto. Los Mecos -los personajes típicos del Carnaval local- recorrían las casas pidiendo huevos y chorizos. Cuando los oía venir, a Tono le faltaba tiempo para correr a esconderse.

Tono Arias creció empapándose de Entroido. Superado aquel pánico infantil a las máscaras, se convirtió en un de los mejores documentalistas de la tradición gallega. Primero, como fotógrafo de prensa. Ejercía en Ourense y recorría la provincia entera captando instantáneas de cigarrones y peliqueiros para la prensa escrita y las agencias. «Era todoterreno», recuerda.

Con el tiempo, Tono Arias emprendió un proyecto más personal que culminó con la apertura en A Estrada de la Galería Dispara, un templo de la fotografía donde se organizan exposiciones más que recomendables y donde hasta la pandemia se impartían cursos con los grandes del gremio.

Con el giro profesional, a Tono Arias le quedó más tiempo para desarrollar proyecto propios. Y en ellos el Entroido tenía que estar presente necesariamente.

Así fue como nació Encarnados, una serie de fotografías documentales que muestran el Entroido gallego desde una óptica diferente, personal y llena de simbolismo. A partir del año 2006, Tono Arias empezó a dedicar el Carnaval a recorrer sistemáticamente los epicentros rurales de la fiesta para coleccionar imágenes con alma y con historia. «Suelo ir aos mesmos sitios, sobre todo por vilas moi pequenas. Vou a Xinzo, a Verín, a Laza, pero tamén a Pentes (A Gudiña), a Samede (Paderne), a Cobres (Vilaboa), ás parroquias de Manzaneda... e tamén por aquí por Vedra, polo Entroido da Ulla. Este ano é a primeira vez que non vou. Vai haber pequenas cousas simbólicas, pero non me apetece ir a molestar...», cuenta Tono Arias.

«Hoxe en Laza sería o día dos farrapos e as fariñas. Eu xa levaría alí desde o venres traballando día e noite. Déitaste ás tres da mañá, facendo retratos nocturnos, e madrugas para facer outras cousas. Acabo esgotado, pero é un esgotamento que me vén moi ben», cuenta Tono Arias con nostalgia. «Hoxe nesa zona é un día de reinicio. É como se empezara o ano. É un día de limpeza, de desafogarse e botar todo fóra», dice. «O Entroido alí é o psicólogo da xente. Desfrutas, borras todo e volves iniciarte. Te libera de todo. Poste perdido de fariña, pero en realidade é como unha limpeza. É moi liberador», reflexiona el fotógrafo.

Según explica, «en Ourense o Entroido é unha forma de vida». «Sei que hoxe hai xente en Laza que chora por non poder poñer o peliqueiro. Xente que o vai pasar mal porque leva todo o ano esperando», cuenta. «En Xinzo, non hai un piso que non teña unha habitación para os disfraces. O Entroido vívese desde sempre e ademais cada ano vai a máis», comenta Tono Arias.

El trabajo del estradense sobre el Entroido se recoge de momento tres fotolibros -Encarnados, Desxeo y Preto- y en una colección de postales de máscaras tradicionales que están a la venta en la web de Dispara y en la tienda física, en diferentes formatos.

Galería de premios

Desxeo ha sido candidato al mejor libro del año en el festival de fotografía de la ciudad francesa de Arlés, donde un comisario seleccionó el trabajo para la exposición Mascaradas, en el museo de fotografía de Lille. Además, este trabajo documental se expuso en Barcelona, en el marco del Fòrum Fotogràfic Can Basté y el corto montado con las tomas de vídeo que Tono Arias hizo para promocionar sus fotolibros en las redes sociales fue seleccionado y premiado en el Festival Curtas de Verín del 2019.