Firma una segunda vuelta de ensueño, con una única derrota en en siete partidos y 17 puntos de 21 posibles
06 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Agolada está firmando una segunda vuelta de ensueño. Perdía el encuentro inaugural de la esa fase de la liga en Primera Autonómica. Lo hacía en casa con Volante de Baños. Fue el día 12 de enero. Desde entonces, casi dos meses después, no conoce la derrota. Sumó cinco partidos seguidos ganados y la pasada semana, firmaba tablas en el campo del complicado Soneira, hasta ese encuentro líder del grupo. Son diecisiete de veintiún puntos posibles que supusieron un subidón en la tabla clasificatoria.
Con su habitual humildad, Luis González Pichel restaba ayer relevancia a esta triunfal racha. Asegura que todavía no consiguieron nada, con los equipos de la parte baja achuchando en busca de salvar la categoría. Una situación donde se encontraba precisamente el Agolada al finalizar la primera vuelta. Los dezanos cerraron esos diecisiete primeros partidos, tras el descenso de la Preferente, con tan solo diecisiete puntos, con ocho derrotas, cinco empates y tan solo cuatro victorias, una de ellas precisamente para cerrar esa primera fase de la competición, al imponerse por 2-1 al Val do Ulla. Marchaba entonces en el puesto décimo quinto, coqueteando con el descenso.
Uno de los teóricos rivales para evitarlo, el Volante de Baños le ganaba en el inicio de la segunda vuelta. Pero en lugar de ser un mal presagio supuso un punto de inflexión. Desde entonces encadenaron cinco victorias consecutivas, derrotando por 2-5 al Atlético Ribeira el día 19 de enero; por 2-1 al Negreira el 26 de enero; por 0-2 al Mazaricos el 2 de febrero; por 1-3 al Esclavitud el 9 de febrero; y por 1-0 al Cordeiro el 15 de febrero. Y sumaba el empate, 2-2, ante el Soneira el pasado domingo. Con esos dieciséis puntos logró escalar posiciones hasta situarse ahora justo en mitad de tabla, novenos con 33 puntos y cierto colchón para garantizarse la permanencia.
La adaptación de una plantilla muy renovada tras el descenso a los sistemas de juego de Pichel y a la propia categoría, junto con la recuperación de Aitor Hurtado, ya con trece goles en veinte partidos disputados y cuarto en la tabla, ayudaron a ese salto de calidad y resultados. Pero restan diez partidos a cara de perro, que no permitirán al Agolada bajar la guardia para seguir en Primera Autonómica. Su próximo rival será además ni más ni menos que el líder Dumbría, una interesante piedra de toque para evaluar el resurgir de los dezanos en esta ajustada liga.