Circlassica, un tributo al circo de Emilio Aragón

La Voz

DEZA

ANGEL MANSO

06 mar 2020 . Actualizado a las 16:41 h.

Desde mañana viernes al domingo • Palacio de Congresos • De 25 a 50 euros. Oferplan ofrece descuentos del 40 % en las entradas • Suena la melodía de un órgano. Bajan las luces. Nim, un payaso cándido, bonachón e ingenuo sueña y suspira por el corazón de Margot, la bailarina. Lo hará todo para enamorar a su amada. Es el circo y, al mismo tiempo, la historia de los bisabuelos de Emilio Aragón, que constituye el hilo argumental de Circlassica, el espectáculo que desde mañana viernes hasta el domingo recalará en el Palacio de Congresos de Santiago.

Nim y Margot son personajes inspirados en dos artistas referentes del circo, Gabriel Aragón (España, 1830-1915), más conocido como Pepino o El gran Pepino, creador de la escuela de los payasos musicales, y Virginia Foureaux (Suecia, 1850-1930), acróbata ecuestre. Juntos iniciaron la más famosa dinastía de payasos en España, la familia Aragón. Ahora, Emilio Aragón recupera la historia familiar para rendir un homenaje al circo moderno, que está celebrando su 250 aniversario. Fue en 1768 cuando Philip Astley, antiguo oficial de caballería del ejército británico, realizó ante público números de acrobacias ecuestres. El proyecto que Productores de Sonrisas encargó al polifacético artista también constituye un homenaje «a todos aquellos artistas que un día se atrevieron a soñar, desafiando a Newton y sus leyes, convirtiendo lo imposible en posible».

El elenco de Circlassica está formado por una treintena de artistas llegados de diferentes puntos del mundo. Se trata de funambulistas, trapecistas y malabaristas.

Uno de los elementos destacados del espectáculo es, sin duda, el vestuario, que se ha inspirado en los trajes de circo clásico, buscando en cada disciplina circense aquella vestimenta icónica. Se utilizaron para la confección técnicas de sastrería clásica, aunque siempre adaptándolos a los tejidos actuales, según explican desde la Productores de Sonrisas. También en el atrezzo y complementos decorativos se cuidó al detalle. Hasta tuvieron que recurrir en algunos casos a anticuarios para adquirir elementos como galones dorados o alamares.